Proponen una reducción en los cultivos de cítricos que puedan generar polinización cruzada. /EPDALas
organizaciones profesionales agrarias LA UNIÓ de Llauradors
i Ramaders y la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA),
junto a Cooperatives Agro-alimentàries de la Comunitat Valenciana, han
consensuado un documento que trata de avanzar en una solución de futuro
acerca del problema endémico de la polinización
cruzada entre plantaciones de cítricos (pinyolà), y que puede ser
beneficioso tanto para el sector citrícola como el apícola. La causa del
problema es el cultivo de variedades híbridas polinizantes de cítricos
que coinciden con asentamientos de colmenas próximos
a las parcelas de esas variedades híbridas.
Este
documento ha sido trasladado ya a la Conselleria de Agricultura, que es
la que tiene que dar pasos a partir de ahora. Se
basa en una serie de propuestas transitorias rigurosas para facilitar
la convivencia y un futuro mejor, con el objetivo de incorporar ya este
año en el Acuerdo del Consell de aprobación de medidas transitorias para
limitar la polinización cruzada entre plantaciones
de cítricos, un problema que se arrastra ya desde hace 27 años. El
objetivo es que deje de publicarse el Acuerdo del Consell para
limitación de la polinización cruzada en 2026, tras haberse realizado
todas las actuaciones que proponen.
Las
organizaciones plantean la puesta en marcha en un año del mapa
agronómico de la Comunitat Valenciana y también apuestan por la
disminución progresiva
de nuevas plantaciones de cítricos con variedades que provoquen
polinización cruzada. No obstante, también consideran que es posible la
existencia de algunas variedades de este grupo, que puedan ser de
especial interés en el mercado por sus características.
A
partir de 2023, las plantaciones de nuevas variedades de híbridos que
puedan ser susceptibles de polinización, o de provocarla, no se podrán
acoger
en ningún caso a las posibles líneas de ayudas públicas de reconversión
varietal o nuevas plantaciones de cítricos. Con este fin, las
plantaciones de cítricos con variedades que provoquen polinización
cruzada podrán acogerse entre 2023 y 2025 a una línea de
reconversión varietal citrícola específica para eliminar este fenómeno.
Alternativamente,
estas plantaciones deberán aplicar en época de floración un sistema de
enmallado que evite la polinización cruzada, para lo que podrán
acogerse a una línea de ayudas de apoyo al enmallado durante la época
de floración citrícola. Esta línea de ayudas entraría en vigor en 2023 y
continuaría hasta 2025, con intensidad decreciente y sin prórroga, de
tal manera que el enmallado para estas variedades
sea obligatorio a partir de febrero de 2026 en aquellas zonas que
resulte necesario para evitar la polinización cruzada. La línea de
ayudas podrá priorizar zonas de actuación, para conseguir el máximo de
superficie citrícola con posibilidad de asentamientos
seguros.
La
propuesta plantea así mismo mantener y ampliar las zonas con
posibilidad de asentamientos apícolas que permite la normativa.
Para ello considera imprescindible que haya un censo obligatorio,
identificación fehaciente y control vía GPS o chip de todos los
asentamientos de colmenas que se establezcan en la Comunitat Valenciana,
sean originarias de aquí o trashumantes.
Todas
las colmenas deberán estar geolocalizadas obligatoriamente a partir de
febrero de 2026 y para tal fin los apicultores se
podrán acoger a las ayudas ganaderas existentes en la Comunitat
Valenciana, que incluyen el apoyo a la geolocalización de colmenas.
Los
máximos representantes de las organizaciones que han consensuado este
novedoso documento: Cristóbal Aguado, presidente de
AVA-ASAJA; Carles Peris, secretario general de LA UNIÓ y Cirilo
Arnandis, presidente de Cooperatives agro-alimentàries, señalan que “la
postura más fácil sería no hacer nada, quedarse anclados en el pasado
como algunos pretenden, ponerse en modo negacionista
y dejarlo todo igual como lleva desde hace tres décadas, pero es el
momento de evolucionar hacia el futuro y atender las exigencias sociales
y las demandas actuales de los consumidores que prefieren cítricos sin
semillas y ese es uno de los objetivos para
mejorar aún más nuestro estándares de calidad.
“Las
políticas europeas van encaminadas hacia un mayor respeto del medio
ambiente, la biodiversidad y la defensa de los insectos
polinizadores. En este sentido, la apicultura cumple un importante
papel polinizador con beneficios en términos de sostenibilidad. Por
responsabilidad, damos un paso adelante para garantizar a los mercados
unos cítricos sin semillas y hacer posible una convivencia
que interesa a ambos sectores”, prosiguen los responsables de las
organizaciones agrarias y cooperativas.
Opinan
también que estas medidas que formulan “no solo evitarán todo tipo de
polinización cruzada, sino que además pondrán fin
al conflicto entre citricultores y apicultores, posibilitando además el
asentamiento de colmenas para la polinización de otros cultivos que
necesitan de abejas para conseguir una buena productividad: hortalizas,
frutales de hueso, kiwis, aguacates, etc.”.
De igual forma, entienden que “la propuesta se alinea plenamente con la
visión de las instituciones comunitarias, tanto en el presente como de
cara al futuro, lo que ayudará a minimizar el riesgo de imposición de
una normativa que pueda ser más perjudicial
para la convivencia entre las actividades citrícolas y apícolas”.
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