José Vicente Tello Calvo. / EPDAEl viernes pasado nos sorprendió
la resolución del Ministerio de Sanidad, por la que denegaba el paso de la fase
0 a la fase 1 a la totalidad de la Comunidad Valenciana, pasando simplemente
algunas zonas, y ello pese a que nuestra Consellera, Ana Barceló y nuestro
Presidente Ximo Puig, habÃan dicho que nos iban a dar matricula de honor,
porque nuestros deberes se encontraban hechos, y se daba por hecho la
consecución y la llegada a la fase 1 , que permitÃa una relajación de las
normas de confinamiento, pero lo que es mejor, permitÃa el inicio del
desarrollo económico y productivo de una sociedad que llevaba 56 dÃas sin
producir nada.
La sorpresa fue que mientras nuestros polÃticos-gobernantes ,del
mismo partido que el Presidente del Ejecutivo Nacional, es decir, el PSOE,
daban por hecho la coincidencia de voluntades y un hecho palpable ya por todos,
que era que entrarÃamos en el desarrollo de la economÃa productiva, sin ninguna
problemática. Pero una vez más, la polÃtica nos jugó una mala pasada, el PaÃs
Vasco, con todos los respetos a esa tierra a la que adoro, estando peor
preparados que la Comunidad Valenciana, por una mera cuestión polÃtica de
necesidades de votos y con el compromiso que mantiene con el PNV, pasa a la
fase 1, teniendo que recortar el propio gobierno autonómico permisividades que
la fase 1 concede, a la vista de la situación en la que realmente se encuentran
y todo ello por la dependencia de nuestro Presidente de los votos para
mantenerle en su sillón, cual sátrapa de la antigüedad.
¿Debe
el Partido Socialista Valenciano seguir apoyando a un Presidente Socialista que
actúa conforme a su interés particular, perjudicando a la economÃa valenciana?
Pues entiendo que no, no serÃa desleal que los diputados y senadores
socialistas votaran según la TeorÃa del Mandato, es decir, en nombre y por
cuenta del pueblo al que representa y no una partitocrácia instaurada que
supone la disciplina de partido. Desde luego esto no ocurrirÃa en Gran Bretaña,
donde la circunscripción territorial impone la efectividad de la TeorÃa del
Mandato y no la disciplina del partido. Si nuestros diputados valencianos del
Partido Socialista votaran en conciencia y no dependieran sus supervivencias
vitales basadas en el miedo reverencial del Jefe del Partido, la sorpresa para
nuestro Presidente serÃa mayúscula y probablemente no se repetirÃa. Y esto se
llamarÃa lealtad con el pueblo valenciano, lealtad con los votantes, e imponer
respeto en nuestro territorio a un polÃtico nefasto que solo ve por su propio
interés.
Si
el Presidente de la Generalitat fuera leal, y no fuera sumiso y dependiente de
la próxima designación en las listas de la elecciones autonómicas, de la
voluntad de su jefe, entonces serÃa leal y no una marioneta sumisa al
Secretario General de su Partido.
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