López Blay firmando ejemplaresLa localidad de Altura ha recuperado una parte importante de su
memoria colectiva con la edición del libro “Altura. Fotografía y memoria” del
que es autor el docente e investigador José Manuel López Blay, que en la tarde
noche de ayer se presentó al público con un salón de sesiones del Ayuntamiento
abarrotado por completo de personas.
La presentación corrió a cargo del también investigador Patxi
Guerrero y al comienzo del acto intervino el alcalde de Altura, Miguel López
que habló del autor, sus conocimientos, y su dedicación a investigar sobre
asuntos del municipio.
Aunque como da a entender el título del trabajo, su contenido
fundamental lo aporta una muy interesante y rica colección de fotografías que
salvo alguna excepción se sitúan temporalmente en las siete primeras décadas
del siglo XX, estas van acompañadas de texto –bien en pies de foto, con
aportación documental o artículos- que complementan la aportación documental de
las imágenes, para que algunos conozcan una parte de la historia de su
población que no han vivido y otros recuerden lo que pasó o como estaba Altura
en aquel tiempo.
López Blay parte de la premisa de que somos tanto lo que
recordamos como lo que olvidamos. Recordar y olvidar, dos procesos
imprescindibles en la construcción de la identidad personal y colectiva. Dos
procesos que son la cara y cruz de la memoria, que el autor reivindica como un
patrimonio frágil y necesitado de ser protegido.
Por otro lado, la fotografía, como uno de los pilares de la
memoria, se ha convertido en una fuente imprescindible en la investigación
histórica de las sociedades contemporáneas. Ha abandonado su papel servicial y
ha adquirido carta de naturaleza como herramienta de trabajo de primer orden
para los historiadores.
No es la primera vez que López Blay aborda el tema de la
fotografía vinculada a la historia. En junio pasado, el ICAP le publicaba un
libro “Educar, desde la luz al silencio. Un recorrido por la educación en el
Alto Palancia durante el siglo XX”, en el que la fotografía jugaba un papel
esencial. Y en 2013, la Diputación de Castellón le publicó un libro “Altura
1910-2010. Memoria de un siglo” el que el autor abordó la construcción de un
relato del último siglo de la población, escogiendo una fotografía por cada
año. Ese criterio, que garantizó un recorrido completo por la memoria visual de
la centuria, dejó fuera muchas fotografías de notable relevancia o de singular
calidad.
Ese ha sido uno de los motivos que ha llevado al autor a
seleccionar unas 200 fotografías del amplio fondo del Museo de la Memoria
-proyecto que impulsa desde 2003- para elaborar esta nueva entrega del
patrimonio fotográfico colectivo de Altura.
El acto de presentación del libro es el primer que figura en la
programación de las Fiestas de Altura.
El público llenó el salón de sesiones
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