Uno de los ocho ejemplares de tortuga europea que se liberaron en la Marjal de Almardà. EPDA Las tortugas de la Marjal de
Almardà se encuentran en peligro. El abandono masivo de galápagos
exóticos amenaza a las especies autóctonas del humedal, la tortuga
europea (Emys orbicularis) y la tortuga de agua ibérica
(Mauremys leporsa).
La Conselleria de Agricultura,
Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural ha presentado un
manual para el control y la erradicación de galápagos invasores, en
un acto en la Casa Penya de Sagunto en el que también participaron
la Fundación Limne y Acció Ecologista-Agró, dos colectivos que
luchan por conservar las poblaciones de tortugas autóctonas
amenazadas.
Cabe destacar que al finalizar
el acto, los participantes soltaron ocho ejemplares juveniles de
galápago europeo criados en cautividad en el Centro de Conservación
de Especies Dulceacuícolas de la Conselleria en El Palmar, con el
fin de reforzar en la zona la población de esta especie, catalogada
como vulnerable.
Durante el acto también se ha
realizado la presentación del balance de resultados y perspectivas
de futuro de las campañas de seguimiento de galápagos autóctonos y
control de exóticos por parte de Limne y Agró. En este sentido,
Miquel Crespo, coordinador del proyecto Emys impulsado por Agró en
defensa de las especies autóctonas, ha explicado que la tortuga de
orejas rojas (Trachemys scripta) es una de las especies
invasoras más dañinas, que ha colonizado los estanques de Almenara
y que pueden llegar hasta la Marjal de Almardà por las acequias y
los canales. De hecho, tal y como se desprende de la investigación
realizada por los ecologistas, el número de ejemplares europeos se
ha reducido por la presencia de algunos galápagos de orejas rojas.
Además, las tortugas autóctonas se han desplazado a otra parte de
la marjal, fuera de la reserva de la Casa Penya. “Para adivinar
dónde estám las tortugas, Agró ha liberado un ejemplar con un
radio-transmisor”, ha matizado Crespo.
Así
mismo, en 2013 se capturó también un ejemplar de otra especie
invasora, la graptemys
ouachitensis,
tortuga del Colorado de EE. UU. Desde Agró se reclama que se
prohíba la venta de estas especies exóticas y que se proteja a los
humedales.
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