Los mayores que viven solos tienen más riesgo de sufrir demenciaLa soledad es un problema serio y
prevalente que afecta en su mayoría a las personas mayores, y cuya relevancia
aumenta con la edad y las situaciones de vulnerabilidad y dependencia. Las
cifras relativas a la soledad en España aumentan cada año en torno a 1,5%,
llegando a alcanzar en el último año los casi dos millones de personas mayores
de 65 años que viven solas, siendo más común esta situación en mujeres que en
hombres.
En este sentido, y según se desprende del
informe de la Universidad Internacional de Valencia ‘Soledad y personas
mayores’ elaborado por el profesor del Máster Universitario en Gerontología y
Atención Centrada en la Persona José Javier Yanguas, la relación entre el
concepto de soledad y aislamiento “ha quedado rota ya que no todos los que
viven solos, se sienten solos”. Esto se produce, según explica el profesor,
porque “el sentimiento de soledad que afecta de los mayores que viven solos es
individual, está producido por una sensación de aislamiento, teñido de
emociones negativas y que unida a una falta de vinculación con la comunidad se
va fraguando a lo largo de un tiempo”.
De
hecho, entre un 5% y un 15% de las personas mayores tienen sentimientos
frecuentes de soledad y entre el 20% y el 40% sienten soledad ocasional. Esta
realidad social, apunta Yanguas, influye negativamente en la salud de las
personas tanto de manera física como psicológica pudiendo llegar a producir
sufrimiento y dolor en las personas más vulnerables.
“Existe
una relación claramente establecida entre
aislamiento y distintos problemas de salud tanto de índole físico como
psíquico, incidiendo en el aumento de la probabilidad de sufrir demencia,
depresión o Alzheimer” señala el informe de la Universidad Internacional de
Valencia.
Además, es importante señalar que “físicamente
también se puede producir un agravamiento de los problemas vasculares, aumento
de la tensión, disminución del sistema inmunológico y empeora la nutrición y la
movilidad, es decir, el sentimiento de soledad es un riesgo muy importante para
la salud”
TIPOS
DE INTERVENCIONES PARA EL ABORDAJE DE LA SOLEDAD
Frente a esta situación, el profesor de
la Universidad Internacional de Valencia apunta a una clara necesidad de
abordaje complejo e interdisciplinar del problema debido a la influencia que
tiene en las distintas áreas de la vida. En este sentido, Yanguas propone que
las intervenciones se centren fundamentalmente en tres vías: las medidas
dirigidas a empoderar para que los mayores que se sienten solos aprendan a
gestionar su propia soledad, a sensibilizar a la comunidad sobre este problema
y a desarrollar la implicación de toda la sociedad hacia estas personas.
“Es necesario que estas acciones
estimulen el contacto social activo y participativo de las personas mayores
para así aumentar la autonomía, disminuir el aislamiento social y desarrollar
la implicación de toda la sociedad hacia estas personas” apunta el experto, y
añade que “queda mucho camino por recorrer en la innovación y puesta en marcha
de intervenciones eficaces que hagan frente a un problema, que padecen una
parte muy importante y significativa de nuestras personas mayores”.
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