Pleno de Les Corts Valencianes, en una imagen reciente. EFE/Biel Aliño Todos los partidos con presentación en Les Corts Valencianes, excepto el PSPV-PSOE, han responsabilizado al presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, del fracaso de su investidura y de abocar a los españoles a unas nuevas elecciones por su "incapacidad" para recabar los apoyos necesarios.
Así lo han planteado los distintos síndicos parlamentarios, excepto el socialista, Manolo Mata, para quien la repetición de las elecciones es "un fracaso colectivo de todas las fuerzas políticas" y ha señalado que en las fases del duelo, su partido, está "en la de aceptación" y casi en campaña electoral.
Los síndicos de Compromís, Fran Ferri, y Unides Podem, Naiara Davó, (socios de gobierno del PSPV) no comparten esta visión, pues a su juicio, las nuevas elecciones son consecuencia de la "irresponsabilidad" e "incapacidad" Sánchez de cumplir con el mandato de los ciudadanos para conformar un gobierno progresista.
En lo que sí han coincidido los tres síndicos es en pedir a los dirigentes nacionales que se "valencianicen" y miren a la Comunitat Valenciana, donde hay un gobierno progresista que funciona, y en asegurar que esta situación no afectará las relaciones dentro del Consell.
"Aquí no nos vamos a hacer daño", ha asegurado Manolo Mata, mientras que Fran Ferri ha insistido en que el Botànic está "a prueba de bombas" y su pacto debe ser ejemplo en Madrid, y Naiara Davó ha defendido que la Comunitat es ejemplo de un gobierno de progreso y plural donde sus socios se entienden.
Sin embargo, desde Compromís y Unides Podem son conscientes también de que el retraso en la conformación de un nuevo gobierno en Madrid dificultará una solución rápida al problema de la financiación autonómica, aunque Ferri cree que puede haber soluciones transitorias para la Comunitat.
Por otra parte, la síndica del PP, Isabel Bonig, ha considerado "una vergüenza" ir a unas nuevas elecciones y ha pedido "perdón", como política, por ello, aunque ha asegurado que en este caso, "no ha fallado la política, sino los políticos", y en concreto, quien ha ganado las elecciones, por haber sido incapaz de aunar apoyos.
Desde Ciudadanos, su síndico, Toni Cantó, ha afirmado que la nueva convocatoria electoral constata "el absoluto fracaso de Sánchez", al que ha acusado de "no buscar socios sino súbditos", y se ha mostrado "frustrado" de que esa "incapacidad" lleve a unos comicios que costarán dinero y generarán "cabreo" ciudadano.
La síndica de Vox, Ana Vega, ha asegurado que unas nuevas elecciones no van a ser nada beneficiosas para los ciudadanos, y aunque ha reprochado a Sánchez que no haya sido capaz de "llegar a puerto ni con la izquierda", se alegra de que "el comunismo más radical de Podemos no entre en el gobierno".
Sobre las consecuencias para la Comunitat Valenciana, Bonig ha señalado que aunque no haya presupuesto estatal, sí hay dinero porque las transferencias vienen marcadas por ley, y ha advertido de que su partido no consentirá que haya recortes en derechos sociales, sino en enchufados y chiringuitos.
Lo mismo ha planteado Cantó, quien ha lamentado que el criterio para aplicar estos recortes vaya a ser ver cómo se reparten entre las diferentes Consellerias en lugar de centrarse en acabar con los enchufados o las subvenciones a entidades pancatalanistas, y evitar que Puig invierta más en publicidad institucional.
Para Ana Vega, la repetición electoral retrasará la llegada de dinero a la Comunitat Valenciana, lo que tendrá "repercusiones graves".
Por su partte, el alcalde de València, Joan Ribó, ha asegurado que todo el mundo tiene responsabilidad sobre la investidura fallida y la convocatoria de nuevas elecciones generales, pero "siempre hay un máximo responsable".
"Si Ximo Puig no hubiera conseguido un acuerdo en la Generalitat, sería el máximo responsable, si Joan Ribó no hubiera conseguido un acuerdo en el Ayuntamiento, sería el máximo responsable", ha manifestado sobre la situación política.
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