Manuela Trasobares. /EPDAManuela Trasobares, artista afincada en Valencia y primera persona trans que consigue un acta de concejala en España, ha entrado en el debate público sobre la Ley Trans con un comunicado público en el que ha pedido que no se deje atrás a un grupo de personas a las que nuestro país dio una vida trágica sólo por su condición de personas Trans.
En su comunicado, la artista fallera y cantante soprano, ha recordado que las personas trans no sólo eran vilipendiadas, y maltratadas por su condición, sino que incluso en sus buenos momentos se les recordaba que no tenían los mismos derechos como la gran cantidad de artistas teatrales que trabajaron sin cotizar sin que al Ministerio de Trabajo le importara lo más mínimo.
Trasobares lamenta profundamente que la llamada ley trans se debata sin la presencia de una sola persona trans, demostrando otra vez lo fácil que es para la sociedad española separarse de estas personas que sólo piden el mismo respeto y reconocimiento que tienen los demás españoles.
Por su interés reproducimos íntegramente el comunicado remitido por Trasobares:
La Ley Trans debe incluir los derechos de todas, no solo de la infancia.
El uso de la Ley Trans para escenificar luchas de poder político revela la incongruencia de que el Congreso debata nuestros derechos sin que ninguna de nosotras esté representada.
Echamos en falta que se planteen los derechos de las personas trans que vivimos el franquismo y las primeras décadas de la democracia, víctimas de la discriminación social y laboral, algo que en ciertos aspectos continúa. Entonces era impensable que una empresa asegurara a una persona trans. Incluso trabajar dignamente era excepcional. Las que teníamos talento para el espectáculo pudimos emplearnos, pero los teatros jamás nos cotizaron. Al Ministerio de Trabajo nunca le preocupó este asunto. Por todo esto, actualmente el Estado debería darnos acceso a una pensión de jubilación sin la exigencia de años cotizados, al menos hasta que se garantice la igualdad de oportunidades para las nuevas generaciones.
Otra carencia de la Ley Trans son las medidas laborales y académicas de discriminación positiva. Lamentamos que esta ley no plantee ninguna inversión en medidas de inserción social y laboral, especialmente para la juventud, sino que se queda en los trámites registrales. El principal problema de las personas trans incluso en la actualidad sigue siendo la discriminación y la dificultad de acceso al mercado laboral. Para paliarla el Estado debe implementar medidas compensatorias claras que favorezcan la empleabilidad, sin que esto se quede en una mera intención como ha ocurrido con la ley de la Comunidad Valenciana.
Los derechos de los niños a la autodeterminación de género son fundamentales para una infancia digna y feliz, que es un derecho humano. No entendemos el enfado y las trabas del colectivo Feministas Socialistas, que más bien parecen apoyar tesis conservadoras superadas y dar pábulo a la derecha. Les preguntamos cómo deberíamos estar nosotras de enfadadas tras una infancia, adolescencia y juventud, de palizas en casa, en el colegio y en la calle, detenciones indiscriminadas y multitud de asesinatos impunes. Nuestra historia es trágica. Un mínimo de comprensión y compasión sería de esperar de la sociedad y los poderes públicos. Si esta ley se hubiera aprobado hace décadas, muchas nos hubiéramos ahorrado sufrimientos inenarrables que no queremos para los niños de hoy.
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