Marga Sanz. FOTO EUPV.ORG Las políticas del Gobierno del PP, que exacerban los ataques
antisociales del último periodo del gobierno de Zapatero, están
permitiendo incrementar los beneficios a corto plazo de una pequeña
minoría de financieros, pero están arruinando a la gran mayoría de la
ciudadanía. Se está demostrando que una política al servicio del
capital financiero no permite hacer avanzar a nuestra sociedad, sino
que la está llevando al desastre. Seis millones de personas en paro y
centenares de miles de familias desahuciadas, tiradas de sus casas, en
el conjunto del Estado, son los síntomas más llamativos de este
desastre.
Las reformas laborales para facilitar el despido y desproteger a
trabajadores y trabajadoras están consiguiendo su objetivo real de
inclinar la balanza de las relaciones laborales en contra de la clase
trabajadora, impulsando una feroz lucha de clases y haciendo que en 2
años los costes salariales hayan disminuido un 8% mientras las rentas
de empresarios y financieros han crecido un 6’5%. Pero lo que no han
conseguido, sino todo el contrario, es impulsar trabajo que es el
verdadero generador de riqueza.
Así como el resultado a corto plazo está siendo el continuo
incremento del paro, los recortes en enseñanza y sanidad públicas están
amenazando la formación de la futura fuerza de trabajo y destruyendo el
escaso bienestar social que había en nuestro país. Y los efectos
gravemente recesivos de estas políticas, que lejos de salir de la
crisis lo que hacen es agravarla, están arruinando a muchas pequeñas y
medianas empresas, incrementando el cisma social entre una pequeña
minoría de potentados y una gran mayoría de desposeídos, lo que
emblemáticamente denominamos el 99%
Pero hay alternativa. Hay alternativa si esta gran mayoría planta
cara, en las calles, en las plazas y en las urnas. Si una política al
servicio del capital financiero, como la que desarrollan el Gobierno de
España y el Consell de la Generalitat Valenciana, desde la sumisión a
los dictados de la Troika, no permite hacer progresar ni al País
Valenciano, ni a España ni a Europa, la alternativa es que la gran
mayoría de la ciudadanía se aglutine alrededor de la clase trabajadora,
en un gran Bloque Político y Social, de donde nazca la esperanza de un
futuro mejor, rompiendo el corsé del capitalismo y de la supeditación a
la tiranía del mercado.
Porque, como gritan los hombres y mujeres de la Plataforma de
Afectadas por las Hipotecas ante los que no quieren evitar los dramas
provocados por unas leyes injustas, sí se puede.
Por esto, todas las personas que no nos resignamos a la continuación
de la injusticia y las políticas antisociales debemos salir a la calle
el próximo 1 de mayo junto a los sindicatos y la Cumbre Social, todas
juntas por nuestros derechos.
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