Miguel Chavarria, alcalde de Alboraya. EPDA Miguel Chavarría, alcalde de la localidad de Alboraya por el PSPV-PSOE, realiza un análisis de distintos aspectos de la gestión municipal cuando se cumple casi un año de su segunda investidura.
-Hace casi cinco años los votos de la ciudadanía lo pusieron al frente del Ayuntamiento más endeudado de España tras años de mayoría del Partido Popular, ¿cuál es la situación en estos momentos?
-La situación ha mejorado, vamos asumiendo y pagando religiosamente el plan de proveedores, los préstamos y rebajando el índice de endeudamiento, aunque las grandes deudas siguen estando; el soterramiento del metro y la operación urbanística de Port Saplaya. En cada presupuesto que aprobamos adelantamos un poco, pero no será de hoy para mañana, se necesita tiempo y constancia.
-¿A qué ha tenido que renunciar que considerara indispensable por la herencia económica?
-De lo indispensable, a nada, me niego a renunciar a lo fundamental para saldar deudas con los bancos. Primero es atender a los vecinos en lo fundamental y luego todo lo demás.
-¿Esta segunda legislatura está siendo menos complicada?
-En las circunstancias actuales no se puede decir que haya una legislatura menos complicada, hay que atender muchos frentes y problemas realmente difíciles de resolver, pero al trabajar con mi propio equipo resulta más fluido el día a día, aunque después hay que negociar cada tema con los grupos de la oposición y llegar a acuerdos.
-Una de las decisiones que adoptaron tras asumir el gobierno municipal de Alboraya fue la modificación del modelo urbanístico del PP, ¿por qué?
-Eso lo iniciamos la legislatura pasada y profundizaremos en ello en esta, ya estamos trabajando con la Consellería. El modelo anterior era excesivamente expansivo, ahora estamos en otro tiempo y hay que atender otros objetivos. Somos un pueblo enclavado en medio de la huerta, antes eso era algo secundario y ahora ha pasado a ser fundamentalmente lo que define nuestro modelo de pueblo.
-Además de la cuestión económica, ¿cuáles han sido los asuntos más complicados a los que se ha enfrentado como alcalde?
-Todo tiene finalmente una connotación económica, resulta muy difícil atender las necesidades sociales de los vecinos con especiales dificultades si no hay dinero para ello, no dejar a nadie desatendido es lo más delicado.
-¿Ve al nuevo gobierno de la Generalitat Valenciana más receptivo con sus peticiones para resolver las necesidades sanitarias o educativas?
-Es evidente que la sintonía ha de ser mucho mayor, pero las dificultades económicas son muy grandes, los municipios querríamos que todo fuese más rápido, pero entiendo que reorientar todos los objetivos y sacar recursos de donde no hay es muy complicado, yo llevo cinco años en ello y sé de lo que hablo. Se necesita mucha insistencia y firmeza en los objetivos y no tener miedo a equivocarse, si no, al final no salen las cosas adelante.
-A nivel comarcal, ¿están los alcaldes socialistas trazando proyectos en común? ¿Es partidario de compartir recursos entre municipios para abaratar costes?
-Esa es una idea que siempre hemos tenido clara los socialistas, y la colaboración entre municipios tan cercanos debe ser constante. Alboraia tiene la desventaja de ser más grande que los pueblos de alrededor y eso nos impide entrar a mancomunar muchos servicios ya que nuestro peso específico desequilibra la balanza. Pero aún así trabajamos proyectos unidos, como la futura mejora de la seguridad para los peatones y ciclistas en las proximidades de las vías de FGV que cruzan el Barranc del Carraixet, con la creación de pasarelas entre Alboraya y Almàssera, y esperamos que también se realice con Tavernes Blanques.
Por otro lado, hemos solicitado juntos un mejor servicio de la EMT, y gracias al esfuerzo de todos, alcaldes y Generalitat Valenciana, próximamente el 31 y el 70 volverán a su ruta originaria.
Otro punto que próximamente trataremos será la atención sanitaria, desde el Ayuntamiento de Alboraya queremos ampliar el centro de salud, cambiar el centro de especialidades y el Punto de Atención Continuado.
-En abril se ha celebrado la IV Ruta de la Tapa, ¿cómo está funcionando la iniciativa?
-Estupendamente, como siempre, los vecinos y visitantes esperamos la ruta con muchas ganas cada año, disfrutamos reuniéndonos con la familia y los amigos y recorriendo los establecimientos para probar las estupendas tapas que nos han preparado. La ruta da vida al pueblo y genera un ambiente muy agradable y los distintos establecimientos se dan a conocer mucho mejor. Es una idea exitosa que favorece el entorno comercial del municipio.
-¿Cuáles son sus prioridades para los tres años que quedan de legislatura?
-Lo principal es seguir perseverando para mejorar la situación del Ayuntamiento de Alboraya mejorando a su vez la atención al vecino y los servicios que prestamos.
La ciudadanía quiere que el pueblo esté limpio, que sea seguro y quiere saber que si tiene problemas, el Ayuntamiento le echará una mano. Somos una comunidad y al final todo nos afecta a todos, cuidar ese sentido de pertenencia y solidaridad es lo más importante.
Luego está abordar los grandes problemas que nos acosan y hacerlo de manera que lo fundamental que acabo de señalar, no se resienta en ningún momento. En fin, todo un reto.
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