Vicent Climent. EPDAHay partidos de fútbol que mueven tantos intereses que sus promotores, para aumentar el beneficio en términos económicos o de influencia, los bautizan como ‘partidos del siglo’.
El copyright sin embargo habría que adjudicárselo a los organizadores de grandes combates de boxeo, los ‘combates del siglo’ de los que cada centuria se celebran al menos diez.
No le andan a la zaga los apologetas de las ‘bodas del siglo’, convenientemente bautizadas y jaleadas como tales por los programas de televisión y las revistas del corazón que les dan cobertura.
Para el 10-N por la noche se nos había venido anunciando ‘combate, partidos y boda del siglo’, todo en uno. Con la probable conclusión de que veamos casarse al PSOE, bien por lo religioso con PP, bien por lo civil con Podemos-Errejón-Compromís. En aras a la gobernabilidad, y pelillos a la mar. Aun con riesgo evidente de divorcio exprés.
En el caso de Compromís, las encuestas le daban uno o dos diputados. Baldoví fijo. El suecano, hasta ahora (y no parece que vaya a cambiar), siempre se ha mostrado dispuesto a investir a Sánchez. Con todas las condiciones que ustedes quieran (y que luego el presidente en funciones dilata), pero sólo a Sánchez. Y a nadie del PP, que es la alternativa al PSOE.
Es decir, el voto de Compromís no sirve lo que el voto al PNV, o la Coalición Canaria, que tienen tan claro que su objetivo es beneficiar a sus conciudadanos (no sólo a los que les votan) que no dudan en pactar con cualquiera que pueda formar Gobierno a cambio de contrapartidas para la comunidad a la que tienen vocación de representar. Eso con Compromís, coalición de más estricta obediencia de izquierdas que valenciana, no es posible. Hasta ahora, demos margen a la esperanza. Entonces, y a pesar de la evidente legitimidad de la elección de cada uno ante la urna (incluida las de opciones centralistas), surgen preguntas clave, que cada quien habrá de responderse: ¿nos compensa la visibilidad en Madrid de tan sólo una parte de la sociedad valenciana? Porque, si la derecha (cuando sea) sumara, ¿de qué valdría el voto de quien se limita a ser una más de las fuerzas de la izquierda? ¿Necesitamos Baldovíes en el Congreso?
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