Nuevos horizontes en tiempos convulsos

Hoy he tenido conocimiento de la próxima puesta en marcha de un diario que, si bien lleva años publicando en la provincia de Valencia, ahora se embarca en la provincia de Castellón, concretamente El Periódico de Aquí.

Lo primero que viene a la mente es la patología que el editor de Olélibros, Toni Alcolea, nos describe en el libro “Ñ. Manual de Autoestima para los Españoles”, cuando dice que los españoles sufrimos de “(…) masoquismo antropológico (…)”, y, es cierto, nos cuesta pensar en algo positivo más en estos momentos de crisis sanitaria extendida, obviamente, a la economía, ¿Quién se va a poner a emprender en estos momentos?

Por ello, hay que catalogar como valiente la decisión de Pere Valenciano, director del Grupo de El Periódico de Aquí, y de su delegada Gara Sevilla, dándoles la bienvenida y deseándoles un gran éxito en su iniciativa por que pese a nuestro “(…)masoquismo antropológico(…)”, los españoles, y por tanto los castellonenses, tienen el carácter mediterráneo, arraigado en los emprendedores, aventureros marinos y mercaderes, desde tiempos inmemorables, hemos sido lideres en todo tipo de disciplinas: donación y trasplantes de órganos, fecundación asistida, prestación sanitaria universal, creadores del primer traje espacial de la historia en 1935, pioneros en deporte paraolímpico, lideres en gastronomía, música, literatura, innovación, etc…

No es fácil en estos tiempos dedicarse a la información, no solo por la dificultad propia de la profesión, sino también por el alto intrusismo y con ello la gran desinformación existente hoy en día, facilitada por medios

altamente comunicativos como son redes sociales, Twitter, Facebook, Instagram, donde protegidos en el anonimato y dificultad de identificación de los autores, hay personas que dan por hecho y dicen un número de falsedades que no se puede llegar a desmentir. Además, es mucho más fácil tirar hacia delante con una mentira que con una verdad, por que para defender la verdad solo hay un camino, sin embargo, la mentira se puede defender con cien mil opciones, aunque las cien mil sigan siendo falacias por lo que puede haber infinidades de formas y ocasiones de defenderlas. Y ya sabemos lo dichos de: “… miente que algo queda…” o “…noticia publicada, opinión manifiesta...”