Cartel manifestación Orgullo LGTB+
Chelo Poveda Una de la mañana, plaza de Honduras, Valencia. Dos chicos jóvenes (17 años) van de la mano. Unos salvajes les gritan "maricones". Les pegan una paliza y les roban. En Murcia el PP le ha dado a Vox la Consejería de Educación para que implanten el pin parental, es decir, para que no les digamos a las niñas y a los niños que son libres para amar. La UEFA prohíbe la exhibición de los colores de la bandera arcoiris en un ejercicio de soberana intolerancia retrograda y mientras tanto Europa se revuelve frente a la ultraderecha de Orban que conecta de un modo ruin la homosexualidad con la pedofilia y prohíbe la exhibición de todo contenido que, según consideren esos machirulos, hable de homosexualidad. A tal punto llega la estupidez que no van a permitir a los niños ver Harry Potter. Antes, a las familias homosexuales, les habían prohibido adoptar. Insultos, pin parental, prohibiciones y agresiones.
Décadas de lucha colectiva del movimiento LGTBI han hecho que poco a poco, aquella sociedad postfranquista, haya avanzado en el reconocimiento y la igualdad de derechos. Sabemos que los avances en derechos siempre encuentran resistencia entre algunos sectores conservadores y hoy lo constatamos con la ofensiva ultra contra todo tipo de colectivos que no cuadran con su uniformidad ultracatólica: homosexuales, bisexuales, transexuales, asexuales, personas no binarias... Todas estas realidades, todas estas formas de ser y de amar les quedan grandes para unas mentes todavía ancladas en el medievo.
Pero en nuestra formación sabemos que la libertad y la igualdad son algo tan profundo y tan frágil que exige siempre la constante lucha y la constante concienciación social. No es de recibo que dos chavales que van de la mano sean blanco de la ira irracional ultra. Que dos mujeres se besen en un bar es libertad y no un espectáculo para que algunos miren obscenos, opinen o se atrevan a increparles. Cada cual que ame, sienta y disfrute de su sexualidad como desee, eso es libertad de la buena.
Constituyas la familia que constituyas tienes derecho a tener todos los derechos ciudadanos en igualdad, es algo intrínseco a la condición de ser humano: ser iguales y libres. No hay discusión cuando hablamos de derechos humanos y de derechos constitucionales.
Por todo ello la lucha sigue siendo necesaria, y como siempre, luchando nos encontrareis. Porque siempre estamos al lado de las luchas que son de justicia. Porque nos queremos libres, a todas, todes y todos. Os esperamos este lunes 28, a las 20.00 en la manifestación convocada por LAMBDA para reivindicar el Día del Orgullo. Orgullo de ser como somos, de ser como queremos ser. Orgullo de ser libres.
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