La Conselleria de Sanidad ha emitido un aviso por la ola de calor que afectará especialmente a las zonas del interior de la Comunitat desde este sábado y hasta el próximo martes 1 de julio, con máximas de entre 38 y 40 grados.
El aviso se ha establecido especialmente en los valles del Júcar y del Segura, y advierte de que este domingo y el lunes serán los más duros, con temperaturas que superarán los 40 grados en amplias zonas del territorio.
Informa asimismo de que se prevén noches tropicales con mínimas de 23 a 25 grados en muchas zonas del territorio valenciano.
Ante la posibilidad de altas temperaturas diurnas, Sanidad aconseja en su página web tener cuidado con el sol, especialmente entre las 12 y las 17 horas; beber abundantes líquidos aunque no se tenga sed y evitar las bebidas con cafeína, alcohol o azucaradas, ya que pueden favorecer la deshidratación.
También recomienda comer abundantes ensaladas, frutas y verduras; tener cuidado con el coche y no dejar a nadie dentro; buscar lugares frescos y a la sombra; cuidar especialmente a las personas mayores, enfermas y menores de 4 años; no realizar ejercicio físico intenso en las horas más calurosas y usar cremas protectoras adecuadas.
El verano de 2024 ha sido el sexto más letal desde 2015: 2.020 personas, el 90 % con más de 75 años, murieron por complicaciones derivadas de las altas temperaturas, el 60 % de ellas en agosto; de todas ellas, 17 perdieron la vida directamente por un golpe de calor.
Así lo revela el informe final de evaluación del "Plan Nacional de actuaciones preventivas de los efectos del exceso de temperaturas sobre la salud 2024" del Ministerio de Sanidad, que pone en marcha cada año desde 2004 para mitigar el impacto del exceso de temperatura en la salud de la población.
El año pasado hubo un total de 179 días con alguno de tres niveles de riesgo para la salud activos (bajo o amarillo, moderado o naranja, y máximo o rojo).
La Rioja, Galicia y Cantabria, con más sobremortalidad
Concretamente en los meses de verano, se activaron 2.897 avisos amarillos; 859 por el moderado o naranja y 501 rojos, siendo el Litoral sur de Valencia, el Centro de Huesca y la Ribera del Ebro de Navarra las zonas meteosalud con mayor número de avisos. El centro de Huesca fue, asimismo, la que más alertas rojas contabilizó.
Durante el verano de 2024 se produjeron dos periodos de calor, uno a finales de julio y otro a principios del mes siguiente. Las olas de calor fueron seguidas de un incremento en las defunciones atribuibles a altas temperaturas, llegando a alcanzar un total de 2.020, más del 60 % en el mes de agosto.
Así, el del año pasado ha sido el sexto verano más letal; el primero sigue siendo el del 2022 (4.789 defunciones achacables a las olas de calor), seguido del 2023 (3.035).
La inmensa mayoría de muertes se concentraron en los mayores de 75 años (1.785), de los que 1.340 tenían más de 85.
El impacto también fue bastante heterogéneo geográficamente; las comunidades con mayor Razón de Mortalidad Estandarizada (RME, un indicador estadístico que sirve para medir si se han producido más muertes de las que se esperaban) fueron La Rioja, Galicia y Cantabria, y las que menos, Murcia, Baleares y Canarias.
Por provincias, encabezaron la tabla Palencia, Toledo, Alicante y Segovia; en el otro extremo, Cádiz, Sevilla, Córdoba, Jaén, Badajoz, Murcia, Valencia y León.
17 muertes por golpe de calor
El informe también recoge información sobre muertes específicas o directas, las producidas por golpe de calor.
Los servicios sanitarios de las comunidades notificaron al Ministerio un total de 17 fallecimientos por esta causa, lo que supone un descenso respecto a años precedentes (24 en 2023, 20 en 2022, 5 en 2021 y 6 en 2020). La media de edad de los fallecidos era de 68 años y la mediana de 76 años; por sexos, ellos representaron el 76 %.
De ellos, 7 se produjeron en Andalucía; 3 en Extremadura; 2 en Castilla y León; y 1 en Asturias, Castilla-La Mancha, Cataluña, Navarra y Comunitat Valenciana.
En 7 de las víctimas se confirmó un factor de riesgo individual, 8 presentaban dos y en uno no existían. Los más frecuentes fueron enfermedades mentales (5), enfermedades cardiovasculares (5), consumo de alcohol y/u otras drogas (4), tratamientos médicos (2), enfermedades crónicas (2), respiratorias (2) y trastorno de la memoria (1).
Además, en seis de los casos concurría un factor de riesgo ambiental o social, en cinco derivados de la exposición al calor por actividades deportivas o de ocio, en 4 casos no existía factor de riesgo relacionado y en 1 se dio un factor laboral.