Sergio Muniesa. Hace
unos días se dieron a conocer los datos de la EPA, correspondiente
al tercer trimestre de este año y que arrojaban, juzguen ustedes,
buenos datos. Más de 575.000 desempleados menos que en el último
año, lo que significa un descenso del paro anual de más del 10%,
con lo que recuperamos los 18 millones de ocupados.
Pues
ya ha habido quien los criticaba hablando de temporalidad y otras
cuestiones. Los mismos que en 2011 con sus políticas destruían más
de 1.400 empleos diarios frente a los más de 1.400 que se crean en
2015.
Son
los mismos que con sus políticas dejaron a nuestro país en 2011 con
unas trazas nada halagüeñas, al borde del rescate, con más
endeudamiento, con más déficit, más gasto público, congelando
pensiones, destruyendo casi 3´5 millones de empleos y con una
perspectiva de crecimiento negativa, decreciendo a más del 6% anual.
Pocos
confiaban en que España dejara de ser el país que creaba 6 de cada
10 nuevos parados en Europa. En estos años han cambiado las
perspectivas y afrontamos 2015 con dos años de crecimiento
consecutivo, a más del 3% anual, siendo líderes entre los países
avanzados, por primera vez sin endeudarnos y habiendo reducido el
déficit casi a la mitad, ahorrando 20.000 millones en intereses de
deuda tras reducirse en un 75% la prima de riesgo entre noviembre de
2011 y octubre de este año. Son la suma de estas cuestiones las que
han hecho incrementar la confianza.
Al
final es como llevar una casa, no
debemos gastar más de lo que ingresamos.
Y así lo hicimos en la pasada legislatura en el Ayuntamiento
también. Y los resultados llegaron, dedicamos
el máximo de los recursos a las necesidades de todos nuestros
vecinos, sin dejar de prestar ningún servicio y con lo ahorrado
pusimos en marcha planes de empleo y políticas que facilitaban a
través de la alfombra roja, la implantación y mantenimiento de
grandes empresas y comercios en polígonos industriales públicos y
privados que tenemos listos para la recepción de inversores así
como la generación de una variedad de recursos productivos
turísticos y consolidación del comercio que junto a los nuevos
sectores terciarios generarán oportunidades para el empleo y para
el inversor. Esa es la dirección adecuada, pero aún queda camino
si queremos ser un referente dentro de la Comunitat.
Una
dirección que parece que desde que gobierna el tripartito de
Compromis, ADN y EU lleva camino de torcerse. En el plan de empleo de
este año, por primera vez, dejan de apoyar a nuestro comercio, a la
empresa y a los emprendedores; han iniciado su particular cruzada
contra empresas señeras de la ciudad, como el caso de Lafarge, que
ponen en peligro su continuidad o toman decisiones de incrementar el
IBI a las empresas y comercios más significados de la ciudad, cuando
pedimos al resto que nos ayuden a reindustrializar, sin pensar que
hay muchas de ellas que están pasando por dificultades y genera una
publicidad negativa para posibles nuevos inversores.
Son
necesarias unas bases sólidas para salir de la crisis con el
objetivo de crecer y recuperar el empleo. Y ese reto sigue ahí, se
ha hecho un trabajo fundamental en la pasada legislatura que no se
debe echar a perder. Hay que seguir sumando nuevos proyectos y
propuestas que diferencien a nuestra ciudad frente al resto.
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