No lo tenía fácil ayer Ven a
cenar conmigo Gourmet Edition. Tenía en frente una nueva gala de Factor X, un
nuevo capítulo de La Otra mirada, la Pesadilla en la cocina de Chicote y la película
sobre el enlace real del nieto de la reina de Inglaterra (WTF?) en Antena 3.
Sin embargo la versión con famosos del popular reality diario de Cuatro
funcionó con mejor atino que la semana pasada.
Ven a cenar conmigo Gourmet
Edition supera a la versión de anónimos ya no solo en audiencias si no en
entretenimiento y diversión. Te mantiene casi 2 horas pegado a la pantalla con
el móvil en una mano tuiteando el programa, ¡por supuesto! Lo que aún hace que
te lo pases mejor mientras lo ves.
En realidad en sí el
programa no tiene demasiado misterio: durante cuatro semanas, cuatro famosos
van a casa de cada uno y cenan, valorando más tarde (y durante la cena)
aspectos como la presentación de los platos, el sabor, la actitud del anfitrión
o la anfitriona, los detalles que éste o ésta ha tenido…
Aunque en esta segunda
edición el programa acumula casi 2 puntos menos que en su anterior edición
(6,8% de share frente al 8,7%), Ven a cenar conmigo Gourmet Edition se ha
convertido en un valor seguro para las noches de Cuatro -aunque sí es cierto
que el estreno de Pesadilla en la cocina le ha restado impacto y deberían
haberlo cambiado de día inmediatamente para que luciera más-. El programa ya ha
grabado la 3ª edición y si todo sigue igual, podemos tener versión Gourmet para
nuevas entregas.
El feeling de los invitados
y el juego que éstos den es imprescindible para que el programa enganche y en
esta ocasión lo ha hecho sin duda gracias al redescubrimiento de la pintoresca
modelo, presentadora y diva Antonia Dell´ Atte. Su “hipocriiiiisiiia” fue el
himno de la noche. Por no hablar del magnífico montaje y sonidos del programa y
la excelente narrativa de los hechos por parte del maestro Luis Larrodera.
Alba Carrillo ha sido otra
de las sorpresas de la noche. Y es que es en este tipo d programas cuando
descubrimos a los personajes realmente, lejos de polémicas, revistas, papeles
en programas… es imposible hacer un
papel durante cuatro cenas y tantas horas de grabación. Alba ha conseguido una
limpieza de imagen más allá de la resentida divorciada de famosos que aparenta
ser en Sálvame, aquí al menos se lo toma con humor y se ríe de sí misma.
Gracias a Ven a cenar conmigo Gourmet Edition hemos descubierto una auténtica
mujer del espectáculo donde la tele debería darle más oportunidades que no solo
ser un personaje del corazón.
La semana que viene termina
y seguramente batirá récord de temporada mejorando la media por encima del 7%
gracias a la cena en casa de Antonia. Un nuevo éxito para Mediaset en su buen
atino en darle una vuelta a sus formatos e incluso cuando adapta los de la
competencia. Ven a cenar conmigo es un programa tan sencillo que demuestra
aquello de que en televisión no siempre funcionan los grandes platós y las grandes
puestas en escena. La diversión, en ocasiones, es lo único que buscamos desde
casa.
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