Quico Adán. EPDA Tal día como hoy en 1997 fallecía Santa Teresa de Calcuta. Pocos días antes Lady Di. Un 30 de Agosto. Lady Di era considerada la princesa del pueblo, algo así como la Esteban en España, para que me entiendan.
Similitudes las había, las dos ocupaban prensa del corazón, las dos se casaron con un tío que les iba a retirar del curro, las dos se divorciaron y sus historias de amor llenaron horas de tele y hojas de revistas. También tenían diferencias, claro. Una vivía en Inglaterra y otra en España, una era muy atractiva y la otra parece que va a hacer una película de Stephen King. La una era elegante, con clase y la otra casi no sabe hablar. Por eso Inglaterra es Inglaterra y España es España. Cada una en su sitio. Lady Di hacía una labor solidaria que es mucho más de lo que hago yo, todo sea dicho, pero digamos que lo hacía en Yet. Iba al país X rodeada de fotógrafos, en su avión y sí, donaba mucho dinero para evitar las minas anti personas. La Madre Teresa de Calcuta también tenía su semejanza con ellas: era la reina indiscutible del pueblo, claro que en Calcuta. Ya está, se acabaron las semejanzas . ¿Diferencias? Ella sabía hablar; muy bien de hecho. De hecho lo hacía con hechos y es que obras son amores y no buenas razones. Hablaba muy bien con Dios, con su Dios, con el Dios de los cristianos, también es el mío y no soy ningún beato, pero es lo que soy y ella era lo que era.
No fue en Yet ni con fotógrafos a ejercer solidaridad, ya que ella ejercía la caridad, la solidaridad es la palabra agnóstica inventada para hacer sin Dios algo parecido a lo que hacia ella con Dios. Algo parecido he dicho. Así que tanto Ladi Di como Santa Teresa ayudaban a los otros, la Esteban parece que también ayuda a pasar la tarde a otros, en eso estamos de acuerdo. Una se fue a vivir a Calcuta con los pobres entre los pobres y la otra se fue al Palacio de no sé dónde; la de más acá en Madrid, que es una diferencia.
Otra diferencia es que Diana de Gales tenía todo el dinero del mundo, pero todo todo, con el que ayudaba; la Esteban tiene dinero con el que compra el pollo que se ha de comer Andreita, coño y Santa Teresa no tenía dinero. Vale, algo tendría, pero poco.
Curiosamente, Santa Teresa reaparece para celebrar 100 años de su nacimiento y yo me pongo a pensar en la nueva lección que vuelve a darnos, recordando aquellos oenegeros que hacen turismo- solidario, como aquellos que fueron liberados ahora hace un año. Para ayudar a otros no hace falta irse a vivir con los pobres entre los pobres, hace falta hacer las cosas de corazón. Por poco que hagas. Obviamente hacer las cosas de corazón las puede hacer uno de una oenegé, uno de la Iglesia, una princesa con ganas de ayudar incluso una princesa sin corona en un programa del corazón que "mata por su hija" "¿Mentienden?". Pero eso de hacer turismo solidario es alfo frívolo, suena como a reclamo en plan " vas a ir de vacaciones y a calmar tu conciencia" y luego podrás decir, de copas con tus amigos en el sitio más cool de tu ciudad, que hay que cambiar la sociedad porque has visto el hambre en África y que si el capitalismo y que si el sistema financiero. O te pondrás estupendo hablando del hambre en Somalia con la visita del Papa mientras ni tú mismo tienes el decoro de acabarte la comida que te ponen en el plato.
Pero lo cierto, lo realmente cierto es que mientras unos dedican parte de su tiempo a ayudar a otros, hay otras personas, identificadas todas ellas en Santa Teresa de Calcuta que dedican todo el tiempo de su vida a otros y existiendo estas dos divisiones, la de honor donde juega Teresa de Calcuta y otros muchos y la regional tercera donde juegan algunos otros, pues uno no tiene más remedio que reconocer que hay ciertas cosas que si las haces, al menos, que no sea de manera frívola. Sin olvidar a los Anónimos, gente que ayuda sin cámaras, sin fotos, sin aburrir soezmente en un programa de televisión pero sin llegar a la Santidad. O sí. En todo caso un término medio.
La verdad es que tengo poco de qué presumir con respecto a la cuantía de las obras solidarias. Turistas Solidarios, Princesas del Pueblo y Teresas de Calcuta han hecho mucho más que yo, pero no puedo más que reconocer que me alegro de la lección que recibo de la Santa. A sí que, Santa Teresa de Calcuta reina en los cielos, Lady Di reina entre los hijos de la Gran Bretaña y la Esteban reina en lo que queda de España que por cierto ya podría ella y JJ Váquez , todos ellos, tener un acto de solidaridad, caridad o compasión y desaparecer de las televisiones. Lo dicho, así nos va.
PD: Sé que todavía, Teresa de Calcuta, no es Santa, pero parece que quien lo fue en la tierra no deba resistírsele mucho el serlo en el cielo.
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