El secretario autonómico de Cultura y Deporte, Rafael Ripoll ha presentado la muestra ‘Miguel Borrego. Mudanza’ en el Centro
del Carmen de Valencia donde podrá visitarse hasta el 20 de mayo.
Durante la presentación Ripoll ha explicado que “la Generalitat
a través del Consorcio de Museos de la
Comunitat Valenciana demuestra con la exposición del escultor valenciano
Miguel Borrego su firme apuesta por el arte y los artistas valencianos. Con
ella este espacio mutidisciplinar del Centro del Carmen se abre de nuevo a la escultura como disciplina
artística en sí misma reconociendo la labor de uno de sus referentes más
singulares en este momento”.
En la presentación de la
muestra, Ripoll ha estado acompañado
por el director-gerente del Consorcio
de Museos de la Comunitat Valenciana, Felipe
Garín, el comisario de la muestra Román
de la Calle, y el artista, Miguel
Borrego.
El secretario autonómico ha comentado que “a lo largo de sus 25 años
de trayectoria, Miguel Borrego ha logrado definir, dentro del panorama del arte
actual un lenguaje expresivo único, profundizando en el ámbito de la escultura
antropomórfica. En este sentido la obra de Borrego emparenta con la escultura
figurativa del siglo XX y particularmente con las poéticas escultóricas del
italiano Medardo Rosso, el suizo Alberto Giacometti o el reconocido artista
español Juan Muñoz”.
Tal y como ha señalado Ripoll “su participación en distintos
certámenes y la presencia de su obra en instituciones nacionales como la
Biblioteca Nacional o internacionales como la Academia de España en Roma avalan
el trabajo de este artista valenciano”
“Todo ello justifica la
oportunidad de contar en el Centro del Carmen con la obra de Borrego, una obra
ha ideado y producido expresamente para la sala del Refectorio. A esta suma el
conjunto de bocetos y trabajos previos que muestran todo ese ‘work in progress’
que ha supuesto el trabajo del artista a lo largo de varios años y que acoge la
sala de Contrafuertes” ha aseverado.
Según Ripoll “en esta exposición se pone de nuevo de manifiesto el valor
de la recuperación patrimonial realizada en el Centro del Carmen por la
Generalitat que nos permite establecer puentes entre nuestra historia y la
propia contemporaneidad que nos da la exposición temporal. Esta apreciación se
hace realidad gracias a la sensibilidad de los artistas como Borrego que logran
establecer un diálogo entre la memoria del antiguo convento que sigue viva en
sus paredes y las sensaciones que evocan sus obras”.
El secretario autonómico ha concluido que “las figuras de Borrego
cohabitan en el espacio en lugar de invadirlo creando una escenografía que
invita a descubrir, a imaginar o a reflexionar en torno a la narrativa que
lleva implícita su obra”.
Discurso expositivo
Como consecuencia de uno de
sus últimos viajes Borrego presenta una exposición donde se aprecia la
influencia de la cultura japonesa. La muestra plantea una reflexión sobre la
idea de la impermanencia. Las distintas escenas son representaciones con
diferentes connotaciones en torno a la misma cuestión de la mudanza o el viaje
como lugar de tránsito en la vida del ser humano.
Concretamente la obra se
inspira en la figura del poeta japonés Matsuo Basho (1644-1694), que en sus
últimos años de vida abandona su país para viajar y obtener su inspiración para
escribir.
La instalación se presenta en
dos espacios: el Refectorio y la sala de Contrafuertes. En el primero se
muestra la obra completa: se trata de una instalación compuesta por un conjunto
de nueve esculturas de cerámica de personajes anónimos que se colocan en torno
a un eje central, una construcción de madera completamente abierta que hace
referencia a la fragilidad frente al asentamiento firme.
En una segunda estancia el artista exhibe todo el proceso de
estudios y trabajos realizados a partir de su primera aproximación al espacio
del Centro del Carmen hasta el resultado final.
Durante la presentación Miguel Borrego ha explicado que “esta
exposición establece un recorrido que parte de un viaje que hago a Japón y del
impacto que eso supone en mi trabajo”. A partir de él Borrego realiza distintas
aproximaciones a través de lecturas y búsquedas de fuentes sobre esa cultura al
tiempo que se encuentra con el Centro del Carmen.
Según el artista “la
impermanecia, se puede traducir como un sentimiento, una experiencia profunda
de las cosas, que relaciona lo humano con la naturaleza, con los cambios que se
producen en las estaciones, con el paso del tiempo, con los ciclos de vida. Mudanza
habla de la fragilidad, de lo inestable, inherente a la condición humana, que
se traduce con el paso del tiempo”.
Por su parte el comisario de
la muestra, Román de la Calle ha
explicado que “Miguel Borrego
incide, con persistentes vueltas de tuerca, en la investigación escultórica
actual, con una poética ajustada, cuidadosa y sobria. De esta manera, desde el
estricto panorama del arte valenciano y con justo esfuerzo, decididamente se ha
lanzado a conectar e integrarse, ampliando la intensidad de sus propios
recursos, en el presente horizonte de la escultura antropomórfica coetánea”.
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