Ruben Martínez Dalmau (Teulada, 1970). De la Universidad al Congreso en la legislatura más corta de la historia de la aún joven democracia española y ahora encargado de liderar la candidatura de Unides Podem, una formación que ha sido esencial en la legislatura de Les Corts, pero que la decisión de quedarse fuera del Consell le ha hecho ser más conocida por la abrupta salida de su anterior portavoz. Doctor en Derecho, licenciado en Ciencias Políticas, profesor en la Universitat de València, y colabora activamente en universidades de Bolivia, Colombia, México, Argentina e Italia; su perfil es tán técnico que resulta casi una rara avis en la política española. Las primarias de su partido le escogieron como número uno con la esperanza de que dotara a su coalición del protagonismo que muchos piensan que le ha faltado durante la pasada legislatura. El reto es cualquier cosa menos sencillo. El Grupo El Periódico de Aquí entrevista a los principales candidatos a les Corts Valencianes.
- Ha declarado que su intención esta legislatura es formar parte del Consell. ¿Se equivocó Podem hace cuatro años al no formar parte del ejecutivo valenciano?
En absoluto, nuestro mandato político se debe a la gente y en la Comunitat Valenciana existía la necesidad de dejar atrás 20 años de corrupción del PPCV. Por tanto, pusimos todos nuestros esfuerzos en impulsar lo que entonces era un proyecto, el Acord del Botànic, y permitimos que se formara una alternativa en el Consell sin poner líneas rojas. Pero una vez se pusieron de acuerdo, nuestro proyecto era claro, impulsamos desde el Parlamento Valenciano políticas de avance social y transparencia como la Ley de Cuentas Abiertas, Ley de Recuperación de RTV, Ley Contra la Pobreza Energética, Agencia Antifraude, eliminación del copago farmacéutico e incidimos en las materias que mejoraban la vida de la gente, nos aseguramos de que el Consell de Ximo Puig no dudara.
Pero este gobierno valenciano ha sido una primera etapa de transición, ahora necesitamos una segunda etapa de trasformación con un gobierno en el que esté Unidas Podemos. Porque renovar un gobierno sin UP no sería de izquierdas, sería la reedición del Botànic de transición y continuarían gobernando nostálgicos del bipartidismo y quienes no tienen un proyecto global, ni fuerza alguna en España para proveer de más recursos a la Comunitat Valenciana.
Desde UP sabemos que el futuro no espera a nadie, y que en materia de lucha contra el cambio climático estamos cerca del punto de no retorno tal como afirma último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, dándonos una fecha límite para 2030. Evidentemente sería mucho mejor afrontarlo de forma global, pero eso no quita que, para la transición ecológica, sean necesarios los esfuerzos desde instituciones locales y autonómicas que son las más cercanas a las personas, porque para devolver la salud a nuestro planeta no sobra nadie, todos debemos aportar nuestra parte.
Esta legislatura ha sido insuficiente en cuanto a la producción de energías renovables, ya que, estamos por debajo de la media española en energía eólica, solar fotovoltaica y térmica. En este sentido, desde UP proponemos un proyecto de futuro verde con la creación de una empresa pública de energía, que proporcione un precio más justo para las familias y las empresas en la factura de la luz, además permitiría alimentar edificios institucionales y abastecer de energía a las desalinizadoras para generar un agua de mayor calidad para nuestra agricultura y a un menor coste. Pero este proyecto no solo abarata costes, sino que abre las puertas a un nuevo modelo productivo e industrial dentro de la economía sostenible, que generará nuevos puestos de trabajo de calidad (70.000) y además impulsaremos el desarrollo de una industria inteligente apoyando a empresas de sectores que producen de forma sostenible y mejoraremos la inversión en I+D+i para desarrollar tecnologías acordes al reto climático que tenemos por delante.
La producción de energía con las fuentes limpias que nos ofrece nuestro entorno, es la llave para mejorar nuestra salud y la de nuestros hijos, además de mejorar nuestro bolsillo y devolver una oportunidad de futuro para las próximas generaciones.
A veces la complejidad de una cuestión depende del interés que se tenga en explicarla o del interés para que sea entendida por la mayoría. No me iría tanto a la parte técnica, sino a la labor que debe cumplir el sistema universitario con la sociedad, porque es el mecanismo para que las generaciones que desean estudiar, puedan hacerlo sin tener que mirar el bolsillo de sus padres o el propio.
La función esencial de la enseñanza pública en todos sus niveles es fomentar la igualdad de oportunidades como valor social. Si finalmente, el rango superior de la enseñanza pública como es la formación universitaria, está poblado únicamente por perfiles con mejores recursos que la mayoría, eso significa que está fallando el sistema porque no está dando una oportunidad a toda ciudadana o ciudadano, sino que aumenta la desigualdad, dejando la puerta cerrada a quienes menos ventanas han tenido a la formación durante su vida por su condición de nacimiento, esto al final lo que genera es un proceso de elitización y convierte la universidad en un privilegio.
Por tanto, la mejora de un sistema público siempre necesita de componentes que potencien la accesibilidad, tiene que ser un mecanismo que corrija las asimetrías respecto a la formación de la ciudadanía. Esto significa que la localización geográfica en el territorio valenciano donde se nace, o el nivel de renta de la familia en la que se nace, o el tipo de inteligencia con capacidad de potenciación con la que se nace y cualquier otra cuestión que no sea una elección propia, sino natural, no puede predeterminar que la puerta de la universidad pública esté abierta o cerrada, debido a tus condiciones de nacimiento. Tienen que existir vías de acceso que corrijan esas desigualdades y que den oportunidades de desarrollo por el simple hecho de ser ciudadano o ciudadana dentro de un sistema de bienestar efectivo.
- Su programa hace menciones muy específicas a un plan de acción de la Generalitat para tratar conductas adictivas y a regular la publicidad de las casas de apuestas. ¿Tenemos un problema de adicciones en la Comunitat?
No creo que sea un fenómeno propio de la Comunitat Valenciana, sino que se trata de un problema nacional e internacional. La ludopatía es una enfermedad que siempre ha permanecido en la sociedad, la parte lúdica necesita ser cubierta por el ser humano, pero mediante actividades que no generen adicción o actividades que giren en torno a sistemas diseñados para mantener a la persona enganchada de forma permanente, tienen que existir controles mínimos. Es cierto, que no tiene efectos sobre todos por igual, pero en el momento en que se convierte en un problema social, debe neutralizarse gradualmente para que no deteriore la salud de la sociedad.
La digitalización de la casa de apuestas abre la puerta a que algo tan cotidiano como mirar el teléfono móvil sea la tentación para apostar por todo lo que se juegue ese día ya sea fútbol, caballos, baloncesto, pero como decía habrá perfiles que no se engancharán, pero otros que sí, y el problema es que al ser algo tan a mano, puede generar que la personas caiga en una espiral de la que no podrá salir, porque es ludópata y necesita ayuda. Pero también las casas de apuestas físicas para muchas personas son una cárcel mental a la que acudir a diario, en las que se gastan el poco dinero que tienen. Es evidente que, si no existen oportunidades laborales de calidad en tu territorio, la idea de ganar dinero fácil acaba tomando forma y se considera una opción viable, cuando por estadística y pura lógica, la casa siempre gana.
Tiene que existir una responsabilidad social en la configuración de juegos que potencien conductas adictivas, esto no va de cerrar o prohibir, esto va de que es necesario un control sobre hábitos que pueden arruinar vidas y generar frustración en una parte importante de la sociedad, sobre todo en personas jóvenes.
Han quedado muchas cosas pendientes, todavía tenemos que ver al señor Francisco Camps en el Consell Jurídic Consultiu, esto no es admisible. Ha faltado valentía para terminar con los privilegios políticos que algunos partidos nostálgicos del bipartidismo no han querido liquidar, pero también ha faltado valentía para mejorar condiciones laborales y proteger el patrimonio valenciano cuando el PSPV se posicionó en contra de la tasa turística tras reunirse con lobbies. UP es una fuerza que desde el Parlamento Valenciano ha intentado orientar al gobierno de Ximo Puig hacia políticas públicas más sociales y menos empresariales, pero después el gobierno valenciano ejecuta y crea las políticas públicas que considera, y cuando le presionan desde sectores con poder, cede, porque tiene deudas y sillones que defender.
Cuando entre en el gobierno UP, no solo vamos a realizar una auditoría que haga los bolsillos de los corruptos transparentes a la ciudadanía, además de señalar con nombres y apellidos, sino que vamos a prohibir que las empresas colaboradoras con la corrupción tengan alguna posibilidad de contratación con la Administración Pública, y vamos a limitar los mandatos políticos a dos legislaturas para que no existan sillones con las mismas personas 30 años como bien sabe el señor Puig. También vamos a terminar con los privilegios de expresidente y vamos a sanear de corrupción al máximo posible las instituciones valencianas para devolver la dignidad a nuestro territorio y a nuestra gente.
La Comunitat Valenciana necesita dejar de estar infrafinanciada, se necesita un Gobierno de España que escuche, y si Podemos logra gobernar tanto en el Estado como en el gobierno valenciano, esa financiación será un imperativo por el que estaré llamando a Pablo Iglesias sin descanso.
Necesitamos terminar con las asimétricas inversiones en el territorio, Alicante no puede verse relegada a una provincia de segunda cuando tiene un peso demográfico muy importante para el conjunto de la comunidad autónoma. No podemos tener unas comunicaciones de segunda o totalmente anticuadas que perjudiquen la actividad económica y social interior del territorio valenciano, tiene que haber fluidez, variedad de opciones en el desplazamiento y comunicación con un tiempo y precio asumibles para la ciudadanía. Tampoco es asumible que tengamos nacionales completamente colapsadas como la N-332 con una autovía de peaje (AP-7) al lado de la cual no se usa ni un tercio de su capacidad para circulación vial, seguimos con problemas encallados por falta de voluntad política y por falta de que en España se nos tomen en serio, esto tiene que cambiar.
Principalmente porque nos falta presencia en el Gobierno de España, ya hemos visto que PSPV no puede llegar a acuerdos satisfactorios, ni siquiera cuando su propio partido gobierna España. También se ha comprobado que Compromís no tiene una voz potente fuera de la CV, solo puede esperar y quedarse pidiendo. Sin embargo, UP si consigue estar en el Consell y además se produce un acuerdo entre UP y PSOE en el Estado, entonces habrá una financiación justa y unas inversiones en infraestructura que sean equitativas en todo el peso del territorio valenciano, sin “premios” innecesarios y “castigos” tan abusivos como absurdos.
Además, si recuerdan el debate del pasado 23 de abril, Pablo Iglesia fue el único líder que mencionó la infrafinanciación de nuestra tierra, cuando se habló de modelo territorial, tuvo la sensatez y sensibilidad digna de un verdadero político que entiende la plurinacionalidad y que se compromete con el conjunto de su territorio, como para no solo hablar de Castaluña, sino también de visibilizar la infrafinanciación que sufrimos. Esa noche Pablo dio una lección no solo en España, también a muchas personalidades políticas de la Comunitat.
Recomendaría “Sapiens: de animales a dioses” de Yuval Noah Harari. Es una visión macro de la evolución de la humanidad. Nos presenta una panorámica evolutiva desde su nacimiento hasta la actualidad, nos explica cómo las ideas esenciales para construir nuestro entorno como Dios, rey, ley, nación, dinero, son producto de construcciones realizadas por las mismas sociedades y por qué se produce una relación entre poder y producción hasta dar paso a un sistema capitalista que acaba siendo depredador no solo de la naturaleza, sino también de la propia humanidad.