Ropa de niños junto a dos muñecos de peluche se secan al sol en una azotea de València, en una imagen de estos días. EFE/Juan Carlos CárdenasEl confinamiento impuesto a la ciudadanía para frenar la propagación del coronavirus ha agravado muchos de los dramas que sufren las familias más vulnerables, pues "no ha cambiado el tipo de problemas que padecen estas personas, pero sí su escala", que se ha "incrementado exponencialmente".
Así lo aseguran a EFE desde la ONG Save the Children, que atiende a más de 2.000 familias y 3.400 niños y niñas en toda España (400 familias y 700 menores en la Comunitat Valenciana), a las que sigue prestando apoyo, dando acompañamiento y haciendo seguimiento durante estos días, pero ha tenido que cambiar la forma de hacerlo.
Según explica el director de Save the Children en la Comunitat Valenciana, Rodrigo Hernández, en una semana han tenido que modificar todo el sistema de atención presencial que ofrecían a esas familias, todas ellas con un "altísimo riesgo de exclusión y en situación de pobreza severa", por una atención digital.
El confinamiento ha supuesto para estas personas "la tormenta perfecta", pues la mayoría de estos hogares se enfrenta a situaciones muy difíciles, que no saben cómo gestionar, y pueden provocar situaciones de tensión familiar "muy graves", asegura Hernández.
"Muchos padres y madres han perdido su empleo, numerosas familias conviven en viviendas de pequeño tamaño o incluso algunos no saben cómo alimentar bien a sus hijos o cuáles son las medidas exactas del confinamiento", indica.
"Ha subido la escala de la vulnerabilidad -alerta Hernández-. Las situaciones de pobreza, tensión, estrés y búsqueda de respuesta se han incrementado exponencialmente por esta circunstancia. Es como si hubiéramos cogido todos los ingredientes que ya teníamos y los hubiésemos metido en una olla a presión".
Según una encuesta hecha por esta ONG, seis de cada diez familias vulnerables había empeorado su situación laboral en la primera semana de confinamiento, la mayoría por la pérdida de empleo, y un 41 % registraba estrés y problemas de convivencia.
También se han agravado enormemente los casos de violencia intrafamiliar o de género, destaca para asegurar que esta es una de las principales preocupaciones que tiene en este momento Save the Children y que está tratado de detectar y abordar por diferentes vías.
Además del seguimiento diario que los trabajadores de la ONG siguen realizando con los menores, que abarcan desde los 5 años a los 17, se ha puesto en marcha una línea telefónica gratuita para ofrecer información, apoyo psicológico y resolver dudas a estos colectivos.
Así, un equipo de profesionales expertos en infancia aconseja sobre cómo asegurar una buena nutrición a hijos o cómo ayudarles a gestionar sus emociones y mejorar su bienestar emocional, y en caso de necesitarlo, les proporciona también primeros auxilios psicológicos.
También les dan pautas para promover el ocio y el juego en casa y garantizar un hogar seguro para los menores, en un momento en que estas familias se han quedado "sin referentes directos", al no poder tener contacto físico con los trabajadores sociales o de la ONG, explica a EFE la responsable de los programas de Acción Social de Save the Children en la Comunitat, Yolanda Carmona.
El teléfono está operativo de lunes a viernes de 9 a 17 horas, y el objetivo es que estas familias puedan tener un canal por el que comunicar cualquier tipo de preocupación o emergencia, especialmente, aquella relacionada con casos de violencia.
Este servicio forma parte del programa "A tu lado", puesto en marcha por esta organización específicamente para atender a los niños y niñas más vulnerables en estos momentos y darles el acceso a una alimentación básica, a una atención psicológica y la posibilidad de seguir con su educación.
A través de este programa, preparan bonos para alimentos básicos a las familias que más lo necesitan, ofrecen un servicio de apoyo psicológico y de acompañamiento a padres y madres con pautas de crianza y educación positiva, y ayudan a los menores, a través del apoyo escolar a distancia y facilitándoles herramientas tecnológicas, como conexión a internet o distribución de tabletas.
Hernández asegura a EFE que Save the Children no ha cambiado sus programas y la atención que presta, sino que ha adaptado sus recursos a la situación actual, cambiando el canal de comunicación con las familias y la de escala de los problemas que afrontan, pues la situación es mucho más complicada de lo que era antes.
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