Raúl Castillo. Es
posible que se les esté yendo de las manos esto de prohibir a
nuestros mandatarios municipales, y te lo dice un ateo frustrado.
Porque creer, creo en muchas cosas, pero nunca he sido capaz de creer
en deidades ocultas, ni griegas, ni romanas, ni cristianas, ni
árabes, ni judías…
En
lo que sí que creo es en la educación, el respeto, el amor, la
amistad… pero sobre todo en lo que más creo es en la LIBERTAD.
Libertad para pensar sin sectarismos, libertad para elegir, libertad
para hacer o dejar de hacer, y entre otras muchas formas de libertad,
para CREER.
Parece
que al tripartito no le gusta tanto la libertad, con esto de exigir
que ningún concejal pueda hacer acto de presencia en una iglesia
para acompañar a nuestras asociaciones el día de tu patrón o
patrona, e incluso para apoyar a nuestras fuerzas y cuerpos de
seguridad del estado. Porque una cosa es desvincular la
administración pública de la religión, cosa que me parece bien, y
otra bien distinta es que pretendan que no podamos acudir a estas
liturgias religiosas aunque no vayamos en representación de la
corporación.
En
mi caso, iré o no iré según me parezca. Si voy será por respeto y
educación a quienes han tenido a bien invitarme al acto y no por
deleite personal. Y me da lo mismo tener que levantarme y sentarme en
una iglesia católica, tener que descalzarme en una mezquita, o tener
que vestirme un talit en una sinagoga. Simplemente se trata de
respeto y educación.
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