Los jóvenes con sus familiares antes de su partida. EPDAConstituye
una preocupación especial de ThyssenKrupp Steel Europe ofrecer a las
personas jóvenes un puesto de formación profesional para
asegurarles su futuro. Compromiso que también se aplica a los
jóvenes de otros países. Por lo que esta siderúrgica ha creado 50
puestos de formación adicionales para jóvenes españoles
procedentes de la zona del Camp de Morvedre. Los primeros 18
aprendices entre 18 y 23 años ya han iniciado su formación este año
académico y serán preparados en profesiones tanto técnicas como
comerciales. Por ejemplo, de mecánico industrialo
técnico de logística y transporte.Además,
otros jóvenes de la zona podrán beneficiarse de este programa. Así,
entre Octubre y Noviembre de este año y en enero del próximo se
realizarán los procesos de selección para un total de 20
candidatos, de los cuales saldrán los que podrán ir a Alemania;
iniciando su formación profesional en Septiembre de 2016 en la
ciudad de Duisburg.
Antes de
empezar su formación práctica en el Technikzentrum Duisburg, los 18
participantes actuales tuvieron que aprender alemán mediante cursos
intensivos. Doce de ellos completaron sucurso de alemándurante
un año de estancia en Alemania, mientras que el resto asistió a
clases antes de mudarse a la Cuenca de Ruhr e iniciar su
formación.“Aprender alemán realmente es
un gran reto para los jóvenes”, destaca Eliezer Dias del
International Recruiting de ThyssenKrupp Steel Europe. “Para
conseguirlo estudiaron cuatro horas diarias de una manera muy
entregada”. Debido a la buena experiencia de los candidatos que ya
adquirieron sus conocimientos de alemán en España, el nuevo grupo
seleccionado para 2016 también estudiará el idioma antes de
comenzar su formación profesional en Alemania.
En el marco
de su compromiso socialy en vista a la difícil situación
actual en España,ThyssenKrupp Steel Europe ha decidido dar una
oportunidad a los jóvenes españoles. En un principio las personas
seleccionadas no tenían muchos conocimientos de la referida empresa
siderúrgica o de Duisburg. Un ejemplo lo tenemos en Patricia Blasco
Lahoz: “Mi profesora me había comentado esta gran oportunidad y mi
madre me dijo que podría aprender un nuevo idioma, así como conocer
otras culturas y gentes”, nos cuenta.“Se
abrieron así nuevas perspectivas muy interesantes para mi futuro
próximo. Y ahora estoy aquí”, relata la joven de 20 años, que
quiere convertirse en técnica de logística y transporte. Aparte de
los obstáculos del idioma, la nostalgia y la ausencia de la familia
y los amigos son los retos importantes para estos jóvenes que están
alojados en pisos compartidos en Duisburg. “Sobre todo les cuesta
acostumbrarse al tiempo y a la puntualidad alemana”, apunta Dias de
las experiencias de los primeros meses.
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