Davinia Bono.
Como
suele ser habitual, cuando sale una noticia, la analizamos, la
valoramos y, por desgracia, la olvidamos al poco tiempo. Sin
embargo, con el acuerdo alcanzado entre Arcelor y el
Ayuntamiento de Sagunto conseguimos un hecho histórico, por el
trabajo, voluntad y la gestión del Partido Popular. Conseguir que la
Gerencia sea pública, fue, es y será, una de las mejores noticias
que esta ciudad puede tener. Y es que, a pesar de que otros no lo
quieran ver o quieran marear con declaraciones triunfalistas que no
les corresponden, la Gerencia es pública gracias a la gestión
de nuestro gobierno, el gobierno del PP.
Habría
que remontarse al año 2009 para cerciorarse de quienes consiguieron
dicho hito, Alfredo Castelló y mi anterior equipo de gobierno.
Aunque también es cierto que, sin las gestiones y trabajo
realizado por el actual alcalde, Sergio Muniesa, no se podía
confirmar y ratificar lo que dice el registro de la propiedad, y es
que es “definitivamente” pública. Era un tema muy
complicado, tanto que, no es que nadie lo hubiera conseguido, es que
nadie lo había intentado. Nadie tuvo la idea, nadie lo intentó,
nadie lo puso en marcha; en definitiva, nadie lo vio. Y casi
todos se opusieron. En cambio, hoy todos lo pueden contemplar y
comprobar. Podrán mentir, falsear, difamar o ponerse las medallas
que quieran pero la realidad es que la Gerencia es pública por
gestión del gobierno del PP.
Un
hecho similar ha sucedido con el solar de Quevedo. 40 años sin que
ningún gobierno municipal ni tan siquiera lo intentara. Nosotros, no
solo lo hemos intentado sino que, además, hemos dado participación
a nuestros vecinos a través de los “Proyectos Participativos”.
Con esta nueva iniciativa los ciudadanos deciden cómo quieren
que sea su ciudad y, en el caso del conocido “solar de Quevedo”
se ha conseguido mejorar, significativamente, el proyecto
inicial.
¿Miedo?
¿Falta de iniciativa? ¿Escasez de ideas? Hay que reconocer que
fácil no era, o bueno sí, una solución fácil sí que la hubo,
durante el gobierno del tripartito. PSOE, Compromís e IU intentaron
una solución tibia, mediocre y nada ambiciosa: una orden de
edificación al propietario del suelo para que construyera allí.
Desde luego, si así es como piensan mejorar la calidad de vida de
nuestros ciudadanos o el bien común, dudo mucho que puedan
gobernar nuevamente nuestra ciudad. Hoy tanto el solar de Quevedo,
como la Gerencia, es de todos. Sólo hizo falta, pensar en grande,
tener altura de miras, valentía y ambición para hacer lo
contrario que pensó el tripartito: no construir, sino hacer una gran
zona verde, no construir y hacer un parque arqueológico, no
construir un edificio privado y hacer un gran parque
arqueológico público.
Se
les llena la boca al hablar de participación ciudadana, de zonas
verdes, de espacios para el uso y disfrute de nuestros ciudadanos y,
cuando tienen la oportunidad de hacerlo, “zasca”, deciden cambiar
lo predicado y llevar a cabo lo que puede considerarse un mal
ejemplo: priorizar el sector de la construcción frente a la
ampliación de un pulmón verde en nuestra Ciudad.
Casos
como estos hacen que cuando alguien pone etiquetas de izquierda
y derecha, simplemente, den ganas de romperlas. Sólo hay que
observar los hechos consumados. Actos buenos, actos mediocres o actos
malos, eso califica a los gobiernos, no las etiquetas, no la
palabrería.
Se
trata de ser ambiciosos, de creer en tus posibilidades y de que nada
ni nadie pueda parar a un gobierno que tiene claro qué quiere y
la capacidad de gestión y de esfuerzo suficiente para conseguir
lo que se proponga. El Ayuntamiento está compuesto por 9 concejales
en el equipo de gobierno y 16 en la oposición. Pero
independientemente de lo complicado, lo inusual o lo gigantesco
del reto. Independientemente de si tienes o no mayoría, cuando
trabajas por el bien común, los hechos, tu actuación política,
tu seriedad hablan por sí mismos. Y en este caso, como siempre,
hablan de compromiso y de verdad, de trabajo y de éxito.
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