Imagen del Júcar, facilitada por la UPV. / EFEInvestigadores de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) han desarrollado un estudio que permitirá determinar cuándo la evolución climática se convierte en una amenaza y, por tanto, es necesario poner en marcha medidas de adaptación.
El objetivo del proyecto ADAPTAMED es desarrollar nuevos métodos y herramientas para definir estrategias de adaptación frente al cambio climático en cuencas que sufren estrés hídrico y con importante uso de agua para el regadío, como la del Júcar, a partir de modelos de gestión de recursos hídricos basados en criterios de eficiencia, equidad y sostenibilidad, según los datos a los que ha tenido acceso EFE.
El trabajo lo llevan a cabo diferentes grupos de investigadores de la UPV, con la coordinación del Instituto de Ingeniería del Agua y Medio Ambiente (IIAMA).
El investigador principal del proyecto y director del IIAMA UPV, Manuel Pulido, sostiene que el "cambio climático es uno de los retos más importantes" porque supone "una grave amenaza para el suministro de agua en las próximas décadas, ya de por sí amenazado por el incremento en las demandas y en los estándares de vida".
El trabajo del equipo del proyecto ADAPTAMED permitirá determinar cuándo la evolución climática se convierte en una amenaza y, por tanto, si es momento de poner en marcha medidas necesarias para su adaptación.
"Vamos a estudiar a fondo qué impactos provocados por el cambio climático puede soportar la cuenca, identificando su rendimiento frente a diferentes escenarios y variables climáticas para, a partir de ahí, proponer nuevas estrategias de actuación", explica.
Según detalla Pulido, "confrontando el rendimiento del sistema frente a los cambios en las variables climáticas se podrá identificar cuándo la evolución climática se convierte en una amenaza, y cuando se alcanza el punto en el que hay que activar medidas de adaptación".
La robustez del sistema frente al cambio climático se definirá a partir de indicadores físicos, económicos, sociales y medioambientales que serán validados por los usuarios en procesos participativos que incluirán talleres y encuestas.
"Frente al enfoque clásico basado en escenarios, propondremos el desarrollo de test de estrés y técnicas de decisión basadas en un rango posible de cambio climático", añade.
Este proceso, apunta el investigador, "será aplicado al caso de estudio del río Júcar, en la España mediterránea, caracterizado por un importante uso intensivo del agua para riego, un equilibrio precario entre recursos y demandas, y una recurrente exposición a sequías".
Por otro lado, para caracterizar el impacto del cambio climático en la agricultura, los investigadores de la UPV diseñarán un modelo agronómico específico para cítricos y establecerán qué cultivos serán más idóneos en el futuro.
Además, estudiarán con detalle las consecuencias de una de las medidas de adaptación más consideradas en cuencas con uso intenso del agua para regadío: la modernización de los sistemas de riego, pasando de riegos tradicionales por inundación a riegos más eficientes por goteo.
"Este análisis -resalta Pulido- se llevará a cabo a escala de parcela, de comunidad de regantes y de cuenca, combinando modelos a distintas escalas con datos de campo y técnicas de teledetección".
En esta línea, se trabajará con posibles instrumentos económicos, como precio del agua o mercado para gestionar la demanda de agua, considerando impactos en términos de equidad en el caso de los precios, y el efecto de costes de transacción y restricciones legales en el caso de los mercados (cesiones temporales).
El equipo de la UPV también evaluará el impacto sobre el hábitat piscícola a escala de cuenca y su adaptación al cambio climático mediante el diseño de nuevos caudales ambientales.
"Con la información de las medidas de adaptación y los escenarios de cambio climático y global caracterizados, el proyecto establecerá una serie de estrategias de adaptación utilizando modelos de optimización basados en eficiencia, equidad y sostenibilidad ambiental", afirma.
Financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación, el proyecto tiene una duración de tres años y también participan investigadores del Centro Valenciano de Estudios sobre el Riego, Grupo de Investigación de Economía Internacional y Desarrollo e Instituto para la Gestión Integrada de Zonas Costeras del campus de Gandia de la UPV.
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