Varias toallas se secan en el balcón de un apartamento turístico en el barrio del Carmen de València. EFE/Manuel Bruque/ArchivoLos vecinos de un edificio de Ciutat Vella que ha sido comprado por un
grupo financiero han denunciado que la "turistificación" del barrio
valenciano está llevando a la "expulsión constante" de sus residentes
por el "desmesurado aumento" de los alquileres y la "compra
descontrolada" de edificios para uso turístico.
Según el
colectivo Veïnat en Perill d,Extinció. la financiera Good Capital
Investment ha comprado un edificio situado en el cruce entre las calles
Caixers y Danses, donde viven siete unidades familiares diversas y había
dos comercios que han sido cerrados, para su uso turístico.
"A
ninguna de las personas que actualmente viven en Caixers 2 les quieren
renovar el contrato, incluyendo una mujer de 84 años con una renta
antigua y una familia monomarental en situación económica vulnerable",
ha denunciado el colectivo en un comunicado.
El colectivo Veïnat
en Perill d,Extinció y los vecinas y vecinos del bloque de Caixers 2
han iniciado una campaña para llevar adelante iniciativas para evitar
los desahucios de esta comunidad arraigada en el barrio histórico.
La
campaña #Caixers2EsQueda cuenta con el apoyo del barrio y de la ciudad,
ya que consideran que "no es únicamente una lucha de los vecinos para
mantener sus casas, sino que se trata de la "lucha del barrio contra la
especulación y la turistificación".
El vecindario de Ciutat Vella
ha expresado en diferentes ocasiones su malestar por la "expulsión
constante" de vecinas y vecinos, vinculadas al "desmesurado aumento" de
los alquileres y la no renovación de contratos.
También por la
"compra descontrolada" de edificios para uso turístico y los problemas
de convivencia que se generan, así como la falta de políticas locales
para promover la permanencia y aumento de residentes.
"Es un
barrio que no puede permitirse perder ningún vecino ni vecina más y que
se encuentra saturado turísticamente", aseguran desde el colectivo.
Jesús,
vecino de esta finca, asegura que "no se justo que nos echen de casa y
nos arruinen la vida. Lo que tenemos claro es que estamos juntos todos
los vecinos, toda la comunidad en esta lucha".
El vecindario está
tratando de encontrar alternativas habitacionales en el barrio, donde
desde hace años han ido construyendo su red comunitaria, pero ha sido
imposible por los altos costes de los alquileres.
"Llevo toda la
vida viviendo aquí, es mi barrio, mi finca, mi piso, mis recuerdos y
ahora mi familiar, los vecinos y vecinas que vivimos aquí somos una
familia", asegura Tere, de 84 años.
Según el colectivo, este "no
es un caso aislado, sino una dinámica repetida tanto en la ciudad como,
en este caso específico, en Ciutat Vella".
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