Natalia Antonino.
Un
año más conmemoramos el Dia Internacional contra la Violencia de
Género y con ese motivo queremos hacer, una vez más, un llamamiento
a la sociedad en general para que se movilice y se comprometa a la
lucha contra esta plaga cruel qué produce miedo, dolor y muerte en
las víctimas y en su entorno.
Hemos
de consolidar avances tan importantes como, una asistencia integral,
coordinada a través de los Centros de Acogida, los Protocolos
acordados con las Comunidades Autónomas, la conexión con los
sistemas policiales para la valoración del riesgo, además, de los
planes personalizados.
La
violencia de género representa uno de los mayores problemas
estructurales a los que han de hacer frente las sociedades
contemporáneas.
Los
datos de denuncias por violencia de género ofrecidos por el Consejo
General del Poder Judicial son un récord.
En
2017, los juzgados españoles recibieron un total de 166.260
denuncias por violencia de género, un 13,6% de ellas en la Comunidad
Valenciana (22.727) la cifra más alta desde que el Consejo General
del Poder Judicial contabiliza los datos.
Concretamente,
el número de denuncias se ha incrementado un 27,5% en la Comunidad
Valenciana con respecto al año pasado y un 17% desde 2012. Esto se
debe por una parte y por desgracia a la Creciente conciencia social.
La consideración de violencia de género ha trascendido del ámbito
privado para convertirse en un problema social de primera magnitud.
Así, en los últimos años, los casos de violencia están contando
con una difusión mediática real y sacando a la luz la persistente
desigualdad entre hombres y mujeres. Esta creciente conciencia social
ha servido de base para articular, durante la última década,
instrumentos judiciales y asistenciales para hacer frente a la
violencia de género, así como de estímulo para que las víctimas
rompan su silencio.
Y,
Por otra parte, las cifras oficiales reflejan un comportamiento
favorable del mercado laboral que, tras la crisis económica, ha
arrojado datos esperanzadores en materia de empleo. Años atrás, el
estallido de la crisis y la consiguiente falta de expectativas
profesionales, mermaron la confianza de las mujeres -gran parte de
ellas en desempleo o trabajando sin contrato- a la hora de interponer
la denuncia, debido al temor a no poder salir adelante por sí
mismas, y, coincidiendo con la recuperación económica, se rompió
esta tendencia y las denuncias comenzaron paulatinamente a crecer.
La
reactivación económica podría estar detrás de este incremento, al
potenciar la confianza de las mujeres en un empleo que les permita
ser autónomas e independientes.
Debemos
seguir impulsando la promoción del empleo, elemento esencial para la
autonomía de las mujeres. La única estrategia frente a la violencia
de género es el compromiso de todos en torno a los valores de la
unidad, el consenso y la solidaridad.
Destacar
el papel fundamental que juegan los Ayuntamientos como Institución
más próxima a la ciudadanía y a las necesidades sociales en la
prevención y atención específica, a través de asesoramiento
protección y acompañamiento a las víctimas.
Los
socialistas hemos dado muestras claras de nuestro compromiso,
recordamos la Ley Contra la Violencia de Género que fue la primera
normativa legal aprobada el 28 de diciembre del 2004, y el 20 de
noviembre del 2015, el Consejo de Ministros aprobaba La declaración
institucional del 25 de noviembre Día Internacional de la
Eliminación de la Violencia contra las Mujeres. Está ley
proporciono a Ministerios, Comunidades Autónomas, Ayuntamientos y
Asociaciones, de recursos necesarios tanto legales, como económicos
para la protección integral de las víctimas y los menores a su
cargo.
El
compromiso del PSOE con las mujeres víctimas de violencia de género
es firme, un compromiso activo día a día, porque para erradicar
esta lacra se requiere un compromiso tanto individual como colectivo
y de todos, durante todos los días del año
Nadie
comprometido con los valores de igualdad y dignidad de la mujer,
puede asistir impasible a cualquier expresión de violencia machista.
Mientras que exista una sola mujer que sufra en silencio a manos de
su pareja o expareja, nuestra prioridad ha de ser mejorar la
protección y la respuesta que ofrecemos a estas personas y a sus
familias.
Por
último, me gustaría tener un sentido recuerdo para todas y cada una
de las mujeres que han perdido la vida, así como para sus hijos y
manifestar nuestro firme rechazo a la más dura y cruel expresión de
desigualdad.
Comparte la noticia
Categorías de la noticia