Pablo Gandul Alboraya necesita un cambio. No podemos resignarnos a encadenar gobiernos que no miran a la cara a la ciudadanía y con buenas palabras enmascaran su mala gestión. ¡Ya está bien!
Frente a esta inacción, Ciudadanos (CS) quiere mejorar la vida en nuestro pueblo. En primer lugar, debemos racionalizar la presión fiscal. Se debe gestionar mejor para maximizar las inversiones sin necesidad de imponer gravámenes injustos. No estamos en contra de los impuestos, todos sabemos que son necesarios para poder gestionar los servicios, pero hay otra forma de hacerlo que aúne progresividad, justicia y eficiencia. En CS ponemos el foco en la ciudadanía, las personas son lo primero. Por eso, hemos de conseguir una vida mejor para los vecinos y las vecinas con independencia de su edad. Por una parte, la gente mayor necesita una administración cercana y con la que se pueda relacionar sin tantas trabas. Por otra parte, las familias necesitan una administración local que ofrezca servicios de cercanía como facilidades de escolarización y acceso a actividades extraescolares, etc. Además, no nos podemos olvidar de los más vulnerables, el ayuntamiento tiene que ayudar a las personas en riesgo alimentario, de desahucio y vulnerabilidad energética.
Por lo que respecta a la juventud, la acción de los sucesivos gobiernos ha sido nefasta. Ha de haber un cambio radical. Debemos apoyar a nuestros jóvenes en sus problemas como el primer trabajo y el acceso a la vivienda, y fomentar y proteger las acciones culturales, el asociacionismo y los clubes deportivos. No se trata de hacer grandes piruetas, sino de gobernar con sentido común . ¡Hay tanto que hacer! Igualmente, necesitamos crear espacios de trabajo, fomentar el coworking, incentivar las “startup” y el talento que nuestro pueblo genera. Si le damos una oportunidad al emprendimiento, dinamizaremos nuestra zona industrial y ampliaremos nuestro tejido industrial. También urge apostar claramente por las energías renovables y la eficiencia energética. El gobierno socialista ha mostrado una gran ineficacia al respecto. ¡Se ha perdido mucho tiempo!
En la misma línea, debemos mejorar la limpieza de las calles; adecuar los servicios en la huerta, como por ejemplo los contenedores; mejorar la calidad de los espacios públicos; y resolver conflictos entre terrazas y vecinos. Por todo esto, Alboraya necesita un cambio. Queremos volver a hacer de nuestro pueblo un lugar atractivo donde vivir, con una calidad de vida extraordinaria, disfrutando de todas las ventajas de estar al lado de una gran capital, pero teniendo la suerte de vivir en un pueblo.
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