La Comunitat Valenciana continúa en una situación muy difícil en su lucha contra el coronavirus. La semana pasada, el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, decidió retroceder en la desescalada volviendo a imponer una serie de restricciones, como la limitación de las reuniones a un máximo de 10 personas y la implantación del toque de queda en 32 municipios valencianos.
En estos momentos, los municipios en los que se ha decretado el toque de queda son los siguientes: Benicàssim (1.018), Almàssera (887), Buñol (568), El Puig (493), Tavernes Blanques (552), Vilamarxant (454), Alboraya (897), Benaguasil (453), Benetússer (413), Benifaió (600), l'Eliana (789), Meliana (638), Moncada (417), Picanya (379), Picassent (465), Puçol (400), Requena (700), Riba-roja (492), Sedaví (336), Silla (545), Utiel (619), Alaquàs (454), Aldaia (471), Burjassot (582), Catarroja (398), Quart de Poblet (426), Xirivella (612), Gandia (550), Mislata (521), Paterna (489), València capital (774) y Sant Vicent del Raspeig (181).
Sin embargo, según los últimos datos de Conselleria de Sanidad, con fecha de 12 de julio, unos 50 municipios se encuentran en riesgo extremo debido a su alta incidencia, en localidades de más de 5.000 habitantes que no fueron incluidas en el listado a los que se les impuso el toque de queda este lunes.
Ocurre con los siguientes municipios, con una incidencia de más de 400 casos por cada 100.000 habitantes: Torreblanca (771), Rocafort (697), Godella (654), Calp (647), Manises (576), Paiporta (554), Alfafar (490), Alginet (484), Alcàsser (470), Gata de Gorgos (464), Bétera (463), Segorbe (461), Sagunt (442), Albal (434), Chiva (428), Alberic (427), Oropesa (406) y la Pobla de Vallbona (406).
Por otro lado, otros 16 municipios tienen una incidencia de entre 300 y 400, como Xàbia (392), Teulada (382), Oliva (352), Peñíscola (351), Sueca (330), Torrent (326), Castelló (311), Vila-real (306) o Cullera (301). A lo que hay que sumar otros 16 municipios que superan los 250 puntos de incidencia.