Adrián Navalón. -EPDAEste es el primer gobierno desde 1980 que ha regulado el derecho del trabajo en favor de la clase trabajadora, todo de la mano de Yolanda Díaz y de Unidas Podemos (UP). Además, la Vicepresidenta nos has demostrado a todos y todas que incluso en los momentos más difíciles se pueden hacer las cosas bien, se puede dialogar sin estridencias con quien tiene otros intereses diferentes y que todo ello se puede hacer para el bien común y el buen funcionamiento del país. Mientras unos esparcían (y esparcen) bulos y odio, en UP y el Ministerio de Trabajo se trabajaba para el país. Ahora bien, con decirlo no basta, asique seguiré el ejemplo de la propia Yolanda Díaz y lo mostraré con datos.
Que te despidan estando de baja ahora es ilegal, UP y Yolanda Díaz lograron derogar esa criminal norma que el PP introdujo en el artículo 52.2 del Estatuto de los Trabajadores. Que nos despidiesen durante la pandemia era ilegal porque, a diferencia de crisis anteriores en las que nos abandonaban a nuestra suerte, el Ministerio de Trabajo y el Gobierno en esta ocasión apostaron por la protección del empleo a través de los Ertes y prohibieron el despido. Ahora, ante las consecuencias de la guerra, volvemos a poner las políticas de protección del empleo al frente del país.
El salario mínimo interprofesional era de 736 euros en 2018 cuando desalojamos al PP de Rajoy recién condenado por corrupción; hoy, cuatro años después y pandemia y guerra mediante, gracias al empuje de Unidas Podemos en el Gobierno el salario mínimo interprofesional es de 1000 euros. Y nuestro objetivo es seguir aumentándolo. Las pensiones, que tienen mucho que ver con el trabajo, también han aumentado.
Pero nuestro esfuerzo no solo se ha dirigido a mantener el empleo, ni solo a subir los salarios, sino que también hemos logrado gracias a la reforma laboral de Yolanda Díaz que las condiciones sean más dignas; cientos de miles de falsos contratos temporales que mantenían en la precariedad a las trabajadoras y trabajadores se han convertido en fijos porque la ley ha obligado a que el contrato refleje la realidad. Contratos fijos desde el primer día para necesidades que se antojan fijas. Nada de jugar con el futuro de las y los trabajadores porque ello es sinónimo de jugar con el futuro del país. Otros aspectos, como la Ley Rider o las reformas del trabajo del hogar y la próxima recepción del Convenio 189 OIT sobre trabajadoras y trabajadores domésticos vienen a seguir profundizando en la mejora de las condiciones laborales de todos y en especial de quienes están en peores condiciones.
Pues estos esfuerzos resumidos sintéticamente en las líneas precedentes hicieron saltar todas las alarmas de sectores económicos y mediáticos. Decían que estás normas tan progresistas (que venían a recuperar derechos sobre todo) iban a acabar con la creación de empleo, que iban a hundir el país. Pues bueno, ni una guerra ha conseguido detener la senda en la creación de empleo y ya estamos en mejores datos de empleo que antes del estallido de la burbuja inmobiliaria. A los agoreros nos les gustan los datos, sobre todo cuando son tan tozudos, pero es que esos agoreros parece que no saben tanto de empleo y economía como dicen y saben más de apretar a los humildes y de llenarse sus bolsillos a costa de la clase obrera.
Pues como ven, hemos hecho cosas positivas, pero ojo, no piense usted que esto ya está hecho, no, quedan muchas cosas por hacer y lo sabemos: las indemnizaciones por despido, la igualdad en el trabajo, el acoso laboral, adaptar la jornada de trabajo y reducirla, seguir creando estructuras de empleo estable, facilitar la conciliación familiar y laboral, etc. etc. etc. ¿Con esto qué quiero decir? Que somos muy conscientes de lo que nuestra formación ha hecho bien, de hasta donde llega el pacto de gobierno con el PSOE y de lo que queda por hacer y sobre todo, y esto es lo que debe quedar claro como el agua, es que sabemos muy bien cual es nuestro compromiso: afianzar los derechos recuperados e ir a por más, seguir haciendo camino al andar.
