Preocupación en las granjas de vacas de Castellón y Valencia por el creciente riesgo sanitario de la Dermatosis nodular contagiosa (DNC), que ya suma 18 focos positivos en Girona y ha obligado a sacrificar 2.500 animales. La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) reclama a todas las administraciones con competencias -la Unión Europea, el Gobierno de España y la Generalitat Valenciana- que se coordinen y extremen las medidas de prevención y control de esta enfermedad para evitar su expansión y, en este sentido, la llegada a la Comunitat Valenciana.
AVA-ASAJA pide, entre otras actuaciones, un refuerzo del plan de vacunación y de los protocolos de bioseguridad (relacionados con desinfección, control de insectos y del transporte animal) y de prevención epidemiológica (para evitar que la enfermedad llegue a animales a través de reses infectadas o bien por vectores que la transmiten como los insectos). Al respecto, solicita el reparto gratuito de desinsectantes a los ganaderos.
Los países afectados, como Francia, Italia y España, están empezando a implementar campañas de vacunación de emergencia para frenar la propagación. La Unión Europea ha establecido medidas de emergencia y zonas de restricción para contener los brotes y evitar la propagación a otras regiones. En cuanto al resto del mundo, la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) sigue monitorizando la situación en África, donde la enfermedad es endémica, así como en Oriente Medio y Asia, donde la enfermedad se ha expandido en años anteriores.
AVA-ASAJA lanza un mensaje de tranquilidad a los consumidores, ya que la DNC es una enfermedad viral infecciosa principalmente del ganado vacuno, causada por el virus Capripoxvirus de la familia Poxviridae, pero se trata de una enfermedad zoonótica, por lo que los humanos no corren riesgo de infección. No representa una amenaza para la salud humana, ya sea por contacto directo con animales infectados o por el consumo de productos de origen animal como leche o carne.
Los primeros síntomas en el animal pueden ser fiebre-catarro-daños en mucosas o mamas, abatimiento, debilidad general, descenso de la producción y nódulos o vesículas que aparecen en la piel del ganado. Los ganaderos deben notificar a los veterinarios cualquier síntoma que detecten para que se tomen las muestras y detectar así si ha aparecido un brote de la enfermedad. Esto es importante debido a que hay que hacer diagnóstico diferencial con otras enfermedades que pueden mostrar lesiones similares como los barros producidos por hypoderma.
Ayudas por la lengua azul
AVA-ASAJA también plantea a la Conselleria de Agricultura que apruebe una línea de ayudas excepcionales para explotaciones ganaderas afectadas por la lengua azul en la Comunitat Valenciana, siguiendo el apoyo que han activado otras regiones como Castilla-La Mancha. Algunos ganaderos asociados demandan esta medida de apoyo para garantizar su supervivencia, ya que se trata de otra enfermedad que causa elevados perjuicios.
La organización agraria valora el esfuerzo de la Conselleria de Agricultura en la adquisición y puesta a disposición a los ganaderos de vacunas de forma gratuita, financiando actuaciones de prevención y vacunación a través de las Agrupaciones de Defensa Sanitaria Ganaderas (ADSG), pero por el momento no ha adoptado ayudas directas compensatorias a los titulares de explotaciones que hayan sufrido pérdidas por el brote o las restricciones derivadas.