Las instituciones bancarias han funcionado por décadas como intermediarios entre las personas naturales y la dinámica económica que cada país tiene para ofrecer, sirven como espacios para depositar tu dinero de "forma segura" y en algunos casos te dan compensación por ello. Los bancos, además, permiten a las personas con ingresos medios poder adquirir bienes, iniciar proyectos laborales o solventar emergencias personales a través de lo que conocemos como préstamos y créditos.
Diferencia entre crédito y préstamo
Estos términos suelen ser confundidos por las personas y aunque tienen una característica similar y es que el banco cede una cantidad de capital a un cliente, la forma en la que son cobrados y calculados también lo es, veamos brevemente un par de diferencias.
Los créditos permiten que el cliente utilice de forma parcial o total una cantidad de dinero establecida por el banco y los intereses son calculados con base a la cantidad de dinero utilizada. En este caso, el crédito puede ir para una actividad específica o proveer liquidez en un período más corto de tiempo.
Por su parte el préstamo implica una cantidad de dinero fijo otorgado por el banco que puede ser dispuesto por el cliente de inmediato y para el objetivo que desee y del cual no puede acceder a más sino hasta que haya solventado el pago del miso más sus intereses (que son calculados con base a la cantidad de dinero otorgada) y formalice un nuevo proceso de préstamo.
Dentro de los préstamos encontramos la figura de la hipoteca, al contratar una hipoteca la entidad bancaria realiza un cálculo del dinero que puede prestarle el cliente utilizando una propiedad como garantía en caso de que la persona no pueda cancelar su deuda. Por lo tanto es altamente recomendado saber con qué institución puedes realizar este proceso para que te resulte más conveniente, no dudes en revisar las que consideramos las mejores opciones disponibles para aumentar tus posibilidades de éxito al contratar una hipoteca.
Preparar las finanzas para calificar a un préstamo
En primer lugar, lo que se debe considerar es si realmente necesitas el préstamo, ya que implica un compromiso directo con una institución que no va a dudar un segundo en cobrar lo que se haya acordado, de igual forma es sumamente relevante estudiar la cantidad de dinero solicitada, para que las cuotas sean alcanzables.
Teniendo ya la preparación previa, las instituciones bancarias o gubernamentales tienen específicamente sus condiciones pero en líneas generales estudian el perfil crediticio de las personas solicitantes, por lo tanto se revisará si la persona tiene otros créditos o préstamos activos, analizarán sus ingresos y egresos, sumado a su actividad comercial, empleo o negocio para poder determinar si la persona tiene las capacidades para poder asumir la responsabilidad que implica un préstamo o el contratar una hipoteca.
De igual forma es importante señalar que la mejor forma de comenzar a crear un historial crediticio positivo es solicitar tarjetas de crédito y no permitir que estas se sobregiren (o se gaste de más) y cancelar las tarjetas en las fechas correspondientes, para evitar que el banco registre como un cliente impuntual. Además, que a mayor cantidad de ingresos tengas, mayor será la posibilidad de aprobación del préstamo, por lo que puedes tratar de realizar mayor cantidad de transacciones que demuestren que tienes un poder adquisitivo que resulte interesante.