Ponce ha solicitado una entrevista con la consellera de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente, Isabel Bonig, para exponerle personalmente la alternativa de Compromís a la gestión forestal. Una alternativa que pasa por recuperar las características del bosque valenciano -"un antídoto contra el cambio climático"- mediante actuaciones "razonadas y razonables, que emplea mano de obra local cualificada, estable y abundante", que evita las intervenciones "tan desmesuradas como fracasadas" ejecutadas hasta ahora y que puede, mediante un sistema de retribuciones sencillo y perfectamente factible, "generar dinero contante y sonante a los propietarios del monte, ya sean públicos o privados".
La combinación de una planificación a largo plazo de los bosques autóctonos valencianos con intervenciones cuidadosas y sostenidas en el tiempo, puede rendir beneficios a los ayuntamientos y a los propietarios de los terrenos forestales, así como crear un buen número de puestos de trabajo estable allí donde más está golpeando la crisis, que es en el medio rural.
Según el diputado de Compromís "todo consiste en concebir el monte como un activo en el que lo que juega a favor, lo que más beneficios económicos y sociales nos puede reportar es precisamente respetarlo en su naturaleza, mimarlo, todo lo contrario a lo que se ha venido haciendo hasta ahora y a lo que, si nadie recapacita, nos va a seguir condenando el futuro plan de gestión que quiere aprobarse ahora".
"El ansia de sacar beneficios de un día para otro y sin hacer esfuerzo, la cultura del pelotazo, que ya nos ha dejado claro a qué nos aboca, también está presente en la gestión forestal, y en los términos en que está redactado, eso es el PATFOR: un pelotazo más, esta vez envuelto en un presunto aprovechamiento de la biomasa como combustible para la industria".
Pan para hoy y "hambre para mañana, pasado y al otro", ha criticado el diputado. "El bosque nos ofrece innumerables beneficios: es un imán para la lluvia, impide las inundaciones, limpia la contaminación, nos provee de gran cantidad de materias primas, es un reclamo turístico de primer orden, da prestigio a sus poseedores, garantiza la biodiversidad, nos conecta con el pasado y nos permite planificar el futuro. Y además, si aprendemos a gestionarlo, nos permite crear puestos de trabajo de calidad y generar dinero.
Sin embargo, el PATFOR lo que hace es arrebatárnoslo, vendiendo todos estos recursos como leña con destino al horno. "Es como encender puros con billetes: un desperdicio donde sólo gana el del estanco".
