Burocracia y duplicidad de servicios. Más funcionarios, más polÃticos y más cargos de confianza. Todo ello se habÃa perdonado hasta la fecha. Bajo el paraguas del autogobierno y sus ventajas, el derroche se perdonó. Las administraciones autonómicas cada vez han ido aumentando su poder con una mayor descentralización y gestionando más competencias.
Mariano Rajoy ya ha advertido que las televisiones autonómicas públicas no pueden seguir engordando su deuda y ha anunciado una ley para poder transferir su gestión a manos privadas. Es uno de los muchos ejemplos que vamos a ir viendo en los próximos meses por culpa de los polÃticos que llegaron al poder autonómico pensando que eran reinos de Taifas.