Lo que mal empieza mal acaba. El
tour de force
de la omnívora
Mónica Oltra
puede estallarle en las manos. Pero vayamos pasito a pasito.
Croquis
para neófitos:
Compromís
es una colación formada por el Bloc Nacionalista (antigua Unitat del Poble Valencia + allegados), Iniciativa del PV (confluencia de ex Nova Esquerra, Esquerra Unida, PCE, ecologismo vario, etc) y no alineados (autodenominados Gent de Compromís, independientes por libre sin afiliación conocida). Desde el momento bautismal, el tándem
Enric Morera
(Bloc mayoritario) y la Oltra (minoritaria pero
star system
) estaban llamados a guiar el rebaño, pero de facto Morera se amortiza en la Presidencia de
Les Corts
, siendo desplazado por el torbellino de su compañera. Por eso, desde el minuto uno, el
affaire
Oltra produce disensión interna entre los nacionalistas, produciendo crisis de liderazgo y puestas de largo de sectores críticos... Lo que pretendía Mónica, vaya.
Oltra se consolida pues con el
Pacte del Botànic
, invistiéndose como presidenta
in pectore
del Consell de un
Puig
desinflado. Y además comienza a moldear aquello que pretende cocinar en
Compromís
... Por ello impone el
pacto antinatura
de los nacionalistas con
Podemos
, partido centralista y jacobino dónde los haya, consiguiendo que los
últimos mohicanos
del Bloc entreguen las armas. Para este
casco azul
observador de la contienda, Mónica desea un Compromís refundado en partido único y con ella como referente único. Y si así lo quiere, así será. Y a partir de ahí, puente de plata a la política de estado de la mano de su pretendiente
Pablo Iglesias
. Ya se encargará
La Sexta
de montar el convite.
Por todo ello, ante los entresijos de la conformación de los dichosos grupos parlamentarios en el Congreso de los Diputados, el
Bloc
ha protagonizado su
última carga ligera
... Pocos jinetes a caballo enfrentándose a la
cañonería podemita
, para perecer en el intento al menos con la dignidad intacta. Engañado el electorado y la militancia nacionalista por los cantos de la
sirena con coleta
y su amada
querubina con sus camisetas
, los cuales prometieron grupo y voz propia de Compromís en las
Cortes Generales
, visualizando así el anhelado empeño de la
minoría valenciana
. Resuelta la engañifa, queda ahora desarbolado todo el argumentario de los nacionalistas que se presentaban como la única fuerza de estricta obediencia valenciana. Más bien se quedan maniatados bajo la bota inmisericorde de Podemos, o inician su travesía al
Grupo Mixto
. La vuelta al desierto.
Consecuencias de esta nueva crisis, la enésima que padece la
marca naranja de la sonrisa
, pues ustedes dirán. Sesudos politólogos se pronunciarán, pero este humilde cronista mal lo intuye.
Oltra
se impondrá, aupada por sus exiguas huestes pero venerada por los nuevos
cachorros del Bloc
, verdadera
guardia de corps
del nuevo partido en ciernes. Las fuerzas vivas del Bloc que se resistan volverán a sus cuarteles de invierno. La efigie de
Morera
se depositará en el salón de la fama del nacionalismo patrio. Y Mónica renacerá como el
alma mater
de la nueva izquierda valenciana, adelantando a los extenuados socialistas e incorporando a la
franquicia podemita valenciana
a su bando. Apuesten ustedes.