El mayor poder institucional del PSPV-PSOE por capitales de comarcas y municipios de más de 20.000 habitantes. ANA GAUSACHTras el fiasco respecto a la Diputación de Valencia, donde el ex presidente de la institución y alcalde de Ontinyent, el ex socialista Jorge Rodríguez, se vengó de sus ex compañeros pactando con el PP de Vicente Mompó, a los socialistas les quedan honrosas excepciones de resistencia municipal, concentradas especialmente en el área metropolitana de Valencia, en las comarcas de l'Horta Sud y l'Horta Nord y alguna destacada campanada como la de Sagunt con Darío Moreno. En la comarca del Camp de Túria destacan Robert Raga y Salva Torrent, en La Ribera Baixa, Sueca y Cullera, pero también hay que destacar el caso de Almussafes, donde su alcalde, Toni González, cuenta con una legión de afiliados al calor del potencial de la Ford. También han resistido los socialistas en dos plazas simbólicas, la capital de la Costera, con Roger Cerdà, alcalde de Xàtiva, y el de Gandia, José Manuel Prieto, en la comarca de La Safor, determinante en el éxito orgánico y electoral de Ximo Puig. En la provincia de Castelló, José Benlloch mantiene el bastión de Vila-real y otros referentes son la alcaldesa de la Vall d'Uixó, Tania Baños; y los alcaldes de l'Alcora, Samuel Falomir, y Albocàsser, Isabel Albalat, como capitales de comarca, tras haber perdido el emblema de Morella tras los escándalos en los contratos con familiares del ex president de la Generalitat y ex alcalde de la capital de Els Ports. En el sur, los bastiones socialistas se concentran en Dénia, con Vicent Grimalt; Elda, con Rubén Alfaro; Alcoi, con Toni Francés; Villena, con Fulgencio José Cerdán y Petrer, con Irene Navarro.
Si
Hablar de lermismo, ciscarismo y abalismo es volver a aquellos años convulsos de gestoras entre la de Francisco Granados y la última antes de que Joan Ignasi Pla llegara a la secretaría general del PSPV-PSOE. Sin embargo, aunque los tiempos y los liderazgos han ido cambiando, todavía hay líderes locales y comarcales que se ubican en torno a esas etiquetas, con nuevas incorporaciones, como los del 3.0 de Bartolomé Nofuentes (Quart de Poblet/l'Horta Sud). Por lermismo entendemos ahora a quienes se han mantenido fieles al ex president de la Generalitat, Joan Lerma, y han apoyado en la última década a Ximo Puig, incluyendo el clan de Gandia, con José Manuel Orengo, Alfred Boix, Boro Femenía o Vicent Mascarell, y una parte importante de la provincia de Castelló. En el caso de José Luis Ábalos, ex secretario de Organización del PSOE y ex ministro, el hoy todavía diputado nacional mantiene un nutrido grupo de seguidores, especialmente en la ciudad de Valencia y comarcas como el Camp de Morvedre, con la ex delegada del Gobierno, Gloria Calero, al frente; así como en l'Horta Nord. Y mientras viva Ciprià Císcar siempre quedará paz, amor y algún ciscarista.
En cualquier caso, más allá de etiquetas y familias, el PSPV-PSOE se juega en el próximo congreso su regreso al poder institucional -más alcaldías, diputaciones y Generalitat- o una travesía por el desierto como la que inició tras la salida de Joan Lerma en 1995 y la llegada al Consell de Eduardo Zaplana. Para evitar lo segundo, sea quien sea el nuevo líder o lideresa, el partido deberá integrar los nuevos liderazgos municipales y premiar perfiles como el del ex presidente de la Diputación de Valencia,
