La cohesión en Europa es fundamental para mejorar la calidad de vida de la ciudadanía e impulsar proyectos adecuados para perseguir este objetivo. Por este motivo, los poderes locales intermedios son fundamentales para no dejar a nadie atrás, ya que los vínculos de proximidad que unen a las autoridades locales intermedias y a los ciudadanos permiten una mejor comprensión de las necesidades y desafíos específicos de la población local, garantizando así intervenciones más efectivas y específicas. La cohesión está en el centro del proyecto europeo y es una herramienta decisiva para fortalecer el vínculo de confianza entre Europa y las regiones que la constituyen.
Desde Partenalia apoyaremos que las autoridades locales intermedias gestionen al menos el 15% de los fondos europeos dada su proximidad a la ciudadanía y a sus inquietudes del día a día.
La Europa del mañana apoya a los más vulnerables, pero también a los más innovadores. Por ello, debe ser capaz de apoyar a las autoridades locales intermedias para hacer frente a todo tipo de crisis apoyándose en iniciativas hacia una mayor resiliencia territorial.
La cohesión es el motor para una transformación adecuada de nuestras comunidades y territorios y el desarrollo equilibrado y resiliente debe ser una prioridad absoluta. Y para hacerlo posible es vital la gestión adecuada de los fondos europeos y sus posibilidades como motor de desarrollo.
Las autoridades locales intermedias son esenciales porque son el vínculo crucial entre las zonas rurales, periurbanas y urbanas y los interlocutores esenciales para las ciudades pequeñas y las zonas remotas. Con todo, los entes locales apuestan por la financiación de la gestión compartida, la gobernanza multinivel y el principio de asociación como principios rectores de la política de cohesión, incluso después de 2027.
La experiencia ha demostrado que una mayor centralización de la financiación conduce directamente a una reducción de la eficiencia de las intervenciones y a una exclusión de las posibilidades de participación local, comarcal y provincial , por lo que la descentralización es la clave para reducir las disparidades territoriales, principio consagrado en el Tratado, que constituye la razón de ser de la política de cohesión.