El
 titular del Juzgado de Instrucción número 18 de Valencia, que 
investiga, en una pieza separada del "Caso Imelsa", un presunto delito 
de blanqueo de capitales en el seno del Grupo
 Popular en el Ayuntamiento de Valencia, ha remitido al Tribunal 
Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana la parte de la 
investigación que afecta al exconcejal Miquel Domínguez, aforado ante el
 Alto Tribunal Valenciano por su condición actual de diputado
 autonómico.
En
 esta pieza separada, con 47 personas imputadas, más el PP imputado como
 persona jurídica, se investigan las donaciones
 de 1.000 euros efectuadas por concejales y asesores, cantidad que 
presuntamente les era devuelta por el partido en dos billetes de 500 
euros para blanquear dinero en efectivo de supuesta procedencia ilícita.
El magistrado considera que habiendo reconocido
el exconcejal
 que realizó el donativo de 1.000 euros por el que están imputados y han
 sido interrogados todos los concejales, exconcejales, asesores y 
exasesores que también efectuaron
 el pago en vísperas de las elecciones de 2015, sería "incoherente" no elevar exposición al
TSJCV, por ser el único
tribunal competente para investigar y, en su caso, juzgar al parlamentario autonómico.
El argumento expuesto
por el instructor es idéntico al que
recientemente utilizó para elevar al Tribunal Supremo la parte de la investigación que afecta a la ex alcaldesa, Rita Barberá.
A
 este respecto, el juez señala que "los testimonios de cargo, dos de 
ellos de personas investigadas, son múltiples y detallados, sin revelar 
elementos de contradicción e incoherencia
 interna". Añade que "indican una operativa general en relación con 
personas afines al Grupo Municipal en el Ayuntamiento
 respecto de la que esta instrucción no ha revelado, hasta
 el momento, hechos, circunstancias o explicaciones que permitan valorar
 con carácter excluyente, en esta fase, ningún tipo de discriminación, 
en atención a la persona o cargo, en cuanto a propuesta u ofrecimiento 
de devolución de dinero".
Señala
 el juez, no obstante, que ni las dos investigadas (imputadas según la 
terminología anterior a la reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal)
 que han reconocido que el dinero
 entregado les fue devuelto, ni los cuatro testigos que dicen haberse 
negado a hacer la aportación, han realizado una imputación concreta 
respecto a la participación de Domínguez en los hechos objeto de 
investigación.
Domínguez,
 como hiciera Barberá, rehusó la invitación de Instrucción 18 para 
declarar voluntariamente pero presentó un escrito de alegaciones en el 
que reconocía la aportación, negaba
 cualquier reintegro y se desvinculaba de la organización de la campaña y
 de la actividad política diaria en tanto que su oficina no estaba en el
 Ayuntamiento sino en un edificio distinto, sede de la delegación de 
Seguridad Ciudadana.
Según
 el juez, las explicaciones ofrecidas por el aforado "pueden ser ciertas
 y tener sentido" pero son insuficientes para excluir su posible 
implicación en los hechos investigados.
 En este sentido apunta que esas alegaciones "no introducen en su relato
 hechos que, en relación y contraste con el resultado de lo instruido, 
permitan atribuir a los mismos una relevancia excluyente de su posible 
implicación".
El
 instructor subraya el hecho de que el aforado, en su escrito, "no 
aclara nada en cuanto a la persona, lugar y circunstancias" en las que 
le fue comunicada la necesidad de realizar
 el donativo de 1.000 euros. 
Respecto
 a este extremo, el juez explica que las diligencias practicadas hasta 
la fecha no han permitido establecer, con claridad, el origen de dicha 
decisión adoptada en el ámbito
 del llamado "comité de campaña".
El
 magistrado concluye su exposición al TSJCV explicando que la 
investigación no está concluida y que aún no se ha recibido el informe 
sobre el análisis de la documentación intervenida
 en los registros pero precisa que de la información verbal anticipada 
por los agentes de la Guardia Civil "no se desprenden nuevos datos 
significativos de una implicación concreta del aforado" en la 
investigación relativa al origen del supuesto dinero blanqueado.
La
 investigación por blanqueo de capitales en el Ayuntamiento de Valencia 
es una pieza separada del "Caso Imelsa", en el que se investiga el amaño
 de contratos a cambio de comisiones
 ilegales en varias administraciones de la Comunidad Valenciana: 
Diputación (a través de la empresa Imelsa); Ayuntamiento (a través de la
 Concejalía de Cultura) y Generalitat (a través de la empresa Ciegsa). 
La causa, que nació en abril de 2015, está abierta
 por malversación, fraude en la contratación pública, cohecho, tráfico 
de influencias y blanqueo.