Héctor GonzálezDe la lengua Valjove a la rima Jotabé
Inventor de la lengua Valjove, que suma y enlaza elementos de algunos de los idiomas más extendidos, y de la rima Jotabé, de la que existe un certamen internacional de poemas. Juan Benito dirige la Orden Poético-Literaria que lleva su nombre y que tiene, entre sus objetivos, enaltecer las artes literarias, darles fuste y compartir creaciones. Esa labor alcanza su momento culmen en una solemne gala que organiza cada año la citada orden en el Ateneo de Valencia.
Hace unas semanas tuve la oportunidad de participar en la mencionada gala y de hacerlo en un papel con cierto protagonismo al recibir su galardón a la excelencia. Este hecho me permitió disfrutarla más de cerca, compartir mesa y conversar con el propio Juan Benito, su fundador, y con dos personas con acreditados méritos también distinguidas en esta gala: el pintor Antonio Camaró y el presidente de la Fundación Vicente Rebollar, el enérgico nonagenario Vicente Rebollar. La entidad Defenem València obtuvo igualmente reconocimiento.
En esta misma cena de gala el príncipe Sergio Jesús Paleólogo Vasallo aceptó convertirse en protector de la orden. En su intervención hizo alusión a su árbol genealógico, en el que incluyó al mismísimo campeador, el Cid, Rodrigo Díaz de Vivar. El príncipe llama la atención, quizás además de por su cercanía, por mostrarse como una persona preclara, con una mirada penetrante que parece leer con soltura aquello que pasa por la mente de su interlocutor.
Valencia constituye una ciudad rica en vida cultural, en acontecimientos de interés que generan personas inquietas. Y, en bastantes casos, polifacéticas, como el citado Juan Benito, que igual compone un poema con rima Jotabé que pronuncia una conferencia sobre la orden de Calatrava o sobre la menos conocida Imperial y Real Orden de San Esteban de Hungría.
Quizás no tengan esas personas la popularidad que cosechan artistas o creadores de otros ámbitos, pero, con su implicación y dedicación a la causa que consideran justa, consiguen azuzar la sociedad. Logran, en definitiva, enriquecer culturalmente a Valencia desde su base, desde sus cimientos, desde el ámbito que más les motiva.
Siempre ha admirado y considerado muy digna de reseñar la labor de aquellas personas que, empleando su tiempo, energía y en muchas ocasiones su dinero, optan por contribuir a mejorar la sociedad. Por quienes lo hacen con sinceridad, con transparencia, ya sea en una organización no gubernamental, una asociación cultural o incluso un partido político. Con la ambición de aportar. Esas personas son las que, cada una desde su ámbito, mueven Valencia.
