Y de qué manera, dígame usted… Si
el programa es lo importante, si la izquierda de manera machacona repetía que
sólo programa, programa y programa (ahora parece que les va más bien el sillones, sillones, sillones), si lo que diferencia a las ideologías correctas de las que no lo son es
la profusión del programa hasta la extenuación, si los que reparten patentes de
corso sobre democracia lo hacen apoyados en sus sacrosantos programas… El
tripartito valenciano, conformado por socialistas, catalanistas y comunistas,
empieza a desnudar sus verdaderos propósitos día a día. Y se friegan las manos desde la gestión de las instituciones que ahora ocupan… echándose a temblar la mayoría de la sociedad valenciana, al
menos esa parte de la ciudadanía moderada y sensata.
Una de las patas de la
Plata-Junta roja y cuatribarrada
comienza a publicitar sus contenidos
ideológicos y fundacionales. Y es de agradecer, oiga. En los Estatutos de
Esquerra Unida
del País Valencià, aprobados en su última Assemblea General, ni más ni menos pontifican esto mismo: "la
posibilidad de establecer lazos federativos entre el País Valencià y Catalunya,
les Illes Balears, Catalunya Nord y la franja de Aragón". Y no se quedan
cortos, además "planteamos la necesidad de un nuevo Estatuto que abandone el
lastre franquista y oficialice el marco simbólico sin exclusiones: la oficialidad
de la cuatribarrada (el Penó de la Conquesta), la Muixeranga como himno, la
unidad de la lengua catalana y el uso oficial de la denominación País
Valencià". Se han quedado a gusto, convendrán conmigo… Resumiendo, que somos el
País Valenciano, hablamos catalán, nuestra bandera es la cuatribarrada y nos
podemos federar con los Países Catalanes, vaya pues…
Este striptease ideológico es de
agradecer, por supuesto. El cariz fundamentalista y totalitario de la coalición
PSOE-Podemos-IU
que se nos presenta como alternativa y panacea ante el PP, al menos lo tenemos negro
sobre blanco, no sólo mediante sus declaraciones incendiarias y sus actuaciones
provocadoras. Somos catalanes y punto, hay que reconocer que nos lo ponen fácil
de entender… Pronto comenzaran a marearse y a tirarse los trastos en sus
ejemplares primarias,
Mónica Oltra versus Ximo Puig, Pedro Sánchez versus
Susana Díaz o Pablo Iglesias versus Alberto Garzón. Y que el PSPV, por acostarse con
quién no debe, sea enviado fuera de órbita, como le pasó al PSC en su momento, el cual
ha acabado purgado por el PSOE y diezmado por sus muletas minoritarias que le
han hecho la zancadilla una y otra vez. Gurús tiene de sobra para hacérselo
ver.
Que lo qué queremos es un
tripartito liderado por unos socialistas con los peores resultados de su
historia en la Comunitat Valenciana, encabezados por un candidato más parecido
a un trasunto de
Lerma
que a otra cosa (eso se llama renovarse, volver la
mirada treinta años atrás) y apuntalado por dos minorías radicalizadas y
extemporáneas, las cuales sólo aportan cánticos de catalanidad y república,
pues vamos apañados… Ustedes sabrán.