La firma valenciana de corte y envasado de productos delicatessen de charcutería y quesos de origen 100% español, Juan Luna, presentó sus nuevas instalaciones de Sollana. Esta nueva planta ha supuesto una inversión de 9 millones de euros e integra los 4 centros de producción que la firma tenía en Paiporta. La unificación de la empresa en un único establecimiento industrial se ha traducido en una optimización de procesos, tanto en tiempo como en recursos humanos.
Las instalaciones fueron visitadas por el vicepresidente y conseller de Industria, Vicente Rambla, y la consellera de Agricultura, Pesca y Alimentación, Maritina Hernández, así como la alcaldesa de Sollana, Alicia Hervás Serra, y numerosos representantes del tejido empresarial valenciano.
Las nuevas instalaciones cuentan con una superficie de 10.300 metros cuadrados construidos. Actualmente tiene en funcionamiento 24 líneas de producción y tiene capacidad para elaborar 100 millones de envases anuales. Además, disponen de un espacio de 50.000 m3 de temperatura refrigerada y una cámara de congelación para 500 palés.
Con este volumen de negocio la firma ya emplea a 200 trabajadores. En 2010 obtuvo una facturación de 28 millones de euros, cifra que espera aumentar en 2011 a los 32 millones de euros.
Esta planta responde al carácter innovador de la empresa que ha apostado desde sus inicios por incorporar las últimas tecnologías para adaptarse a las nuevas tendencias de un mercado cada vez más exigente. En los últimos cuatro años Juan Luna ha invertido más de 11 millones de euros en mejorar sus instalaciones y productos.
Entre los avances que presenta el centro de Sollana se encuentra la automatización de los procesos con el robot de distribución automática de platos loncheados y el autoformado del embalaje de los productos.
Además, Juan Luna considera el respeto al medio ambiente como uno de los pilares de la empresa. Este compromiso se materializa en la utilización de procesos productivos que respetan al máximo el entorno. Por ello, en esta nueva planta se ha proyectado una instalación fotovoltaica sobre la cubierta de la nave industrial. Esta infraestructura ha supuesto una inversión de 1.400.000 euros y cuenta con una potencia de 500 kilovatios pico (kwp).
A toda la inversión en infraestructuras y maquinaria y en la mejora de los procesos de producción, para cuidar la calidad de esos procesos y los productos que ponen en el mercado Juan Luna se ha certificado en BRC e IFS, dos estándares esenciales para los proveedores de alimentos del sector de la distribución alimentaria. De este modo la compañía garantiza que el producto llega al consumidor en excelentes condiciones.
Siguiendo una filosofía de mejora continua, Juan Luna se ha marcado un ambicioso objetivo para los próximos años: la internacionalización de la firma.
La compañía ya tiene, desde hace más de 10 años, presencia en Portugal y el 8% de su facturación proviene del exterior; pero Juan Luna busca convertirse en un referente en toda la Unión Europea. La firma ha puesto en marcha un plan de internacionalización para 2011-2013 que contempla el desembarco de la marca en Francia, Bélgica, Reino Unido y Alemania. El objetivo es que en 2013 el 28% de la facturación provenga del mercado exterior