La directora general Ruth Usó. -EPDALa directora general de Salud Pública, Ruth Usó, ha destacado este jueves la necesidad de "contar con calendarios vacunales basados en las evidencias científicas y consensuados entre todas las comunidades autónomas, a través de la Comisión de Salud Pública del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, que garantice la equidad en toda la población del Estado español".
Ruth Usó ha realizado estas declaraciones en la inauguración de la edición virtual del IV Encuentro de Expertos en Vacunas del Mediterráneo que, organizado por el Área de Investigación en Vacunas de la Fundación para el Fomento de la Investigación Sanitaria y Biomédica de la Comunitat Valenciana (FISABIO-CV), tendrá lugar los días 5 y 6 de octubre, bajo el título "Del monólogo al diálogo".
Así mismo, la directora general ha resaltado la importancia de "contar con buenos sistemas de vigilancia epidemiológica que permitan evaluar, tanto la necesidad de incorporar las diferentes vacunas que vayan estando disponibles a los calendarios vacunales, como el impacto real que tienen los programas de vacunaciones en la epidemiología de las enfermedades inmunoprevenibles y, en última instancia, en la salud de la población".
Por otra parte, Ruth Usó también ha planteado la necesidad de "establecer protocolos ágiles que permitan procesos de contratación rápidos y flexibles dentro del marco de la Ley de Contratos de las Administraciones Públicas para garantizar el suministro de vacunas en un contexto en el que las necesidades son, casi siempre, inciertas".
En este encuentro, dirigido al personal profesional sanitario implicado en la puesta en marcha de los programas de vacunación, se van a analizar las estrategias vacunales para mejorar la salud de la población, desde las campañas de vacunación hasta la importancia de los calendarios vacunales a lo largo de toda la vida.
También se van a presentar estrategias de mejora de las coberturas de vacunación y a analizar la perspectiva de las personas usuarias en este contexto de mejora de la salud de la población a través de las vacunaciones.
Así mismo, también se van a revisar experiencias de excelencia en la vacunación, cómo han evolucionado las recomendaciones de vacunación para la población adulta, el procedimiento seguido para la incorporación de la vacuna frente al herpes zoster, la importancia de los registros de vacunas y las estrategias de comunicación hacia la población.
Por último, se van a analizar alguna de las líneas previstas para un futuro cercano, como es la vacunación frente al rotavirus, las vacunas frente al neumococo o la vacunación frente al virus respiratorio sincitial (VRS), más allá de los monoclonales.
También se revisarán las condiciones que deben tener las vacunas destinadas a personas mayores o el efecto de las vacunaciones más allá de la fase aguda de las enfermedades infecciosas. Paralelamente, se abordará la percepción de la población sobre vacunas tan actuales como la de la gripe o la vacuna frente a la COVID 19.
Vacunación de gripe y COVID 19
Como ya adelantó el conseller de Sanidad, Marciano Gómez, la campaña de vacunación conjunta contra la COVID-19 y la gripe se iniciará entre la población de riesgo y arrancará en la Comunitat Valenciana el próximo 16 de octubre, como en la mayoría de comunidades autónomas, teniendo en cuenta la planificación de suministro por parte del Ministerio de Sanidad de las dosis de la vacuna.
La determinación de la fecha de inicio de la campaña, en el caso de la gripe, obedece a que la circulación del virus está directamente vinculada a las bajas temperatura del invierno y el efecto de la inmunización tiene una duración aproximada de cinco meses. Por ello, debe administrarse durante el otoño de cada año, de octubre a diciembre, ya que está demostrada epidemiológicamente la incidencia de la gripe en nuestra comunidad aparece de forma más tardía que en otras comunidades autónomas.
Por otra parte, entre las novedades de este año, la vacunación frente la gripe se administrará entre aquellas personas que superen los 60 años de edad, en lugar de los 65 años que estaban establecidos hasta ahora, y en niños sin factores de riesgo de entre 6 y 59 meses de edad. Hasta ahora solo se administraba a los menores que presentaban factores de riesgo.
