La
semana pasada el Intendente General Jefe de la Policía local de
Sagunto, con la anuencia del Alcalde, comunicó a los sindicatos la
suspensión de la denominada orden de mínimos de servicio con la
consiguiente disminución de la calidad, rapidez y seguridad en este
servicio básico, esencial y obligatorio.
El
Comité de Trabajadoras y Trabajadores, por acuerdo unánime, ha
instado al Alcalde, como jefe superior de la Policía, a que se sigan
cumpliendo los mínimos de servicio pues, al suspender el Jefe de la
Policía esta orden de mínimos, el servicio que presta la Policía
Local en Sagunto se resentirá considerablemente.
Esta
orden fijaba el número mínimo de efectivos en servicio según cada
turno, día de la semana, eventos, etc. para cubrir con un mínimo de
garantía de efectividad y calidad en el servicio, así como de
seguridad para los propios agentes, las distintas funciones
(cumplimiento de ordenanzas y reglamentos, tráfico, seguridad
ciudadana, etc.) que este cuerpo tiene encomendadas.
Los
continuos y reiterados retrasos en la ejecución de las convocatorias
de ofertas de empleo han provocado que Sagunto cuente con una
plantilla de policía mermada por las jubilaciones y, en buena parte,
envejecida y en segunda actividad.
El
continuo llamamiento a realizar servicios por operativos (horas
extraordinarias) ha demostrado no ser una solución, pues a estas
alturas del año ya hay agentes que han realizado el máximo de horas
extraordinarias permitido por ley además de acumular retrasos en su
cobro.
Los
incrementos con agentes de otras poblaciones que refuerzan la
plantilla no suponen más que parches temporales pues estos
llamamientos, además de ser renunciables en cualquier momento,
tienen un límite temporal.
Esta
contraorden tendrá graves repercusiones en la calidad del servicio:
puede darse el caso de que sólo una patrulla se encuentre de
servicio en todo el término municipal. En
esos momentos, servicios que la ciudadanía reclame, y a los que
tiene derecho, pueden verse desatendidos o acumular retrasos
considerables.
Asimismo,
puede implicar que las tareas de seguridad ciudadana se vean
realmente comprometidas.
Para
finalizar, cabe añadir que, ante determinadas
actuaciones, la propia seguridad de los agentes puede verse
comprometida debido al escaso número de los mismos.