La Policía Nacional ha desmantelado en Castellón una organización dedicada al tráfico de cocaína y heroína. Sus integrantes compraban cocaína y heroína a mediana escala, transportaban la droga en un vehículo especialmente diseñado para ocultar los paquetes y controlaban varios puntos de venta al menudeo en la capital de provincia. Un total de 20 personas han sido arrestadas y se han incautado tres kilos de heroína, un kilo de marihuana y 20.000 euros en efectivo.
Primera fase: la cocaína desde Vinarós y el Grao
Los agentes iniciaron las pesquisas sobre una organización criminal dedicada a la compra y posterior venta de cocaína y heroína en Castellón. En la primera fase de la operación se incautó un kilo de cocaína que era transportada por uno de los detenidos en un vehículo preparado con habitáculos especialmente diseñados para ocultar el estupefaciente. Se realizaron además cuatro registros domiciliarios, tres en el Grao de Castellón y uno en Vinarós, en los que se incautaron más de 20.000 euros en efectivo, un kilo de sustancia de corte, 7 gramos de cocaína, 22 gramos de heroína, 20 gramos de marihuana, dos vehículos y todos los útiles necesarios para la preparación de la droga en dosis.
Segunda Fase: la heroína: desde Amposta (Tarragona)
Durante la segunda fase del dispositivo se detuvo a tres personas y se realizaron tres registros domiciliarios en Amposta (Tarragona). En esta localidad residían los cabecillas de la organización, de 23 y 27 años de edad, y desde allí enviaban la heroína hacia diferentes puntos de Castellón. Además de las tres detenciones, los agentes interceptaron un vehículo que transportaba más de tres kilos de heroína, y en los domicilios un kilo de marihuana, teléfonos móviles, prensas y básculas.
Tercera fase: puntos de venta en Almazora y el Grao
En la tercera y última fase, la organización ha sido desarticulada con el desmantelamiento de varios puntos de venta de droga en pequeñas cantidades. Los distribuidores al menudeo tenían equipadas sus casas con unas ventanillas en las puertas, para poder realizar las ventas sin que sus clientes llegaran a acceder a la vivienda. Estas puertas se encontraban además reforzadas por dentro con vigas de metal que las cruzaban a lo ancho para dificultar una posible entrada de la Policía. La última fase de la operación ha culminado con la detención de ocho personas y el registro de cuatro domicilios en Almazora y el Grao de Castellón.
