Una vez más, Valencia es la gran perjudicada
en la propuesta de Presupuestos Generales del Estado que el PP de Mariano Rajoy
ha pactado con Albert Rivera (Ciudadanos). Las cifras son más que elocuentes:
los valencianos somos los últimos en inversión por habitante, con datos que son
sangrantes, especialmente en la ciudad de Valencia. Sigan
leyendo, que aquà hay para todos.
Al PP y Ciudadanos los valencianos les
importan bien poco. En polÃtica si las palabras no vienen acompañadas de hechos,
no hay nada. Y eso es lo que hay para los valencianos en los Presupuestos: lo
mÃnimo posible, hasta ser los últimos. De entre los muchos ejemplos, permÃtanme
que les hable de uno especialmente sangrante: el del transporte metropolitano de
Valencia. Barcelona y Madrid reciben más de 100 millones de euros, Canarias más
de 40 y un pellizquito de última hora, Sevilla. Valencia, cero euros. Y no es
sólo Valencia, es el concepto de la Gran Valencia, la capital y su área
metropolitana, que suman casi dos millones de habitantes. Ni un euro. Eso
implica no poder unificar tarifas ni billetes. Significa menos frecuencias de
metro de autobús. Significa, en definitiva, más retrasos, transportes públicos
más masificados, peores y, como consecuencia, se 'obliga' en muchos casos a
muchos valencianos a coger el coche para poder desplazarse por motivos de
trabajo, de educación o de ocio.
El PP y Ciudadanos son los grandes
culpables. Pero no son los únicos. ¿Para qué sirve CompromÃs, con una pata
nacionalista en su seno? Una fuerza que dice ser de estricta obediencia
valenciana, ¿ha negociado para mejorar esos Presupuestos para los valencianos?
No han hecho nada. Y lo peor es que lo reconocen abiertamente, y les da igual. Han
perdido una ocasión histórica para demostrar que los intereses de los
valencianos están por encima de los partidistas e ideológicos. Pero, ¿y el PSOE?
Ni está, ni se le espera. Además, cuando ha estado, nunca ha defendido nuestros
intereses. Recordemos un par de ejemplos históricos.
Valencia, la tercera ciudad de España,
siempre ha sido la gran discriminada. Cuando gobernaba Felipe González, el
primer AVE que se hizo fue el de Madrid-Sevilla, con la excusa de aquel regalo
que fue la Expo del 92. Barcelona, para qué vamos a hablar, si está en otra liga
en todos los aspectos, gracias en parte a que las administraciones públicas
tanto del PP como del PSOE, han sabido mimar hasta convertirla en el monstruo
independentista que es hoy. Aquel año, la capital catalana fue premiada con los
Juegos OlÃmpicos, sin ir más lejos. Tampoco cambió mucho la cosa con José MarÃa
Aznar, que prefirió acelerar el AVE a su tierra natal, antes que unir la primera
y la tercera ciudades de España. A Valencia el tren de alta velocidad llegó en
el 2010, pero desde entonces la Estación JoaquÃn Sorolla está 'temporal' y ya
verán los años que nos la comemos ahà por culpa de unas administraciones que no
tienen en la agenda terminar ya el Parque Central.
No quiero alargarme mucho más porque los
ejemplos son infinitos, pero permÃtanme que les diga que estas discriminaciones
refuerzan la importancia de contar en Madrid con una fuerza de estricta
obediencia valenciana, como es Som Valencians después de que las fuerzas
nacionales nos ninguneen continuamente y CompromÃs haya demostrado que prefiere
hacer de comparsa de Podemos antes que buscar buenas
inversiones para Valencia.