Isabel Bonig, en el centro. FOTO PPCV.COMLa Presidenta del PP de la
Comunitat Valenciana (PPCV), Isabel Bonig, ha adelantado que cuando el
PP gobierne la Generalitat “quitará el requisito lingüístico, para que
nunca sea una imposición para trabajar en la Comunitat” sino un mérito,
y ha denunciado que para la izquierda valenciana la lengua “siempre ha
sido un motivo de confrontación y no de unión”.
Para la presidenta del PP “es increíble” que haya comunidades que
tengan carencia de médicos y profesionales, porque “lo fundamental no
es que sepan operar sino que hablen catalán” y ha advertido de que en
la Comunitat “vamos por el mismo camino, cuando aquí la lengua nunca ha
sido un motivo de confrontación, salvo cuando gobernaba la izquierda”.
Para Bonig, esto pasa porque Puig y Oltra “no tienen respeto por la
Comunitat Valenciana porque no la conocen, no conocen qué quieren los
valencianos, y si no la conoces no la puedes gobernar”.
Para la presidenta del PPCV hay dos maneras de gobernar a los
valencianos, “la de la izquierda que cree que es la administración la
que tiene que decidir la educación de los hijos o la del PP que
defiende que sean los padres los que decidan”.
Según ha indicado, el PP “se ha dejado la piel” por defender “un
principio básico como es la libertad y la convivencia de la gente a la
hora de decidir su futuro” y lo que los valencianos decidirán en 2019
es “si queremos el modelo de Puig y Oltra que impone un chantaje
lingüístico y no da libertad a los padres para elegir la lengua; o el
modelo del PP, que apuesta por la libertad de los padres a la hora de
elegir la educación que quieren para sus hijos”.
“Somos el único partido que ha aglutinado a la sociedad civil, a
las familias, a los sindicatos y a la comunidad educativa, que ha ido a
los tribunales a denunciar esta imposición, los demás, ponen tweets y
hacen videos pero a la hora de trabajar por la libertad lingüística,
solo está el PP”, ha señalado.
Así, ha destacado que el PP ha sido el proyecto político “que
más ha hecho por el bienestar, la libertad y el progreso” en la
Comunitat y en España porque “sacó de la ruina a este país y creo 5
millones de puestos de trabajo, entre ellos 2 millones de empleos para
mujeres. Esa es la verdadera liberación”.
Hacer política desde una mansión de 2.000 m2
Para Bonig, hay dos manera de hacer política, "la de la
izquierda podemita que tiene una mansión de 2.000 metros cuadrados y
pregona igualdad, cuando en solo tres años se han convertido en casta",
y la del PP que “hace política con mayúsculas en los mercados y en las
calles, escuchando a la gente”.
Según ha indicado, el campo de debate es la economía y la
creación de empleo y mejorar las condiciones de vida y “eso la
izquierda, siempre que gobierna, lo hunde y tiene que venir el centro
derecha a salvarla y rescatarla”. Los españoles, ha añadido, “lo hemos
comprobado dos veces, con dos presidentes del PP que tuvieron que venir
a rescatar este país después de la debacle del PSOE”.
Acoso a la concertada
La portavoz de Educación del Grupo Parlamentario Popular (GPP), Beatriz
Gascó ha señalado hoy que el conseller de Educación, Vicent Marzà
“asfixia a la enseñanza concertada porque le molesta a la hora de
imponer su modelo de escuela única” como el que se inició hace años en
Cataluña para así “acabar con la pluralidad y tener manos libres para
controlar y manipular”.
Beatriz
Gascó se ha referido de esta manera al “recorte educativo” aprobado el
pasado viernes y que afecta solo a los centros que “no se ajustan a su
ideario”. Unos recortes realizados con “nocturnidad, sin tener en
cuenta la demanda de los padres y que esconden una eliminación de aulas
en diferido”.
Para
la portavoz de Educación, la decisión del Consell de “seguir eliminando
unidades de una parte de la enseñanza valenciana es un ataque a un
modelo educativo plural, que ha convivido en la Comunitat Valenciana
durante décadas”.
Al
respecto ha señalado que sus decisiones “no buscan sumar opciones
educativas sino combatirlas” para “poder tener vía libre e implantar el
modelo que defiende la izquierda más radical”.
Así,
a las escuelas concertadas que “merecen el mismo trato que la pública,
se les castiga” sin tener aulas de dos años, sin auxiliares de
conversación en lengua extranjera, con la eliminación del disrito
único, sin recursos para atender al alumnado con necesidades especiales
y con la eliminación de unidades de forma “arbitraria”, entre otras.
Medidas disuasorias para acabar con la concertada
“Marzá
quiere acabar con la escuela concertada por inanición” y para ello
aprueba medidas disuasorias para condicionar a las familias hacia su
modelo único eliminando tanto aulas de 2 años --elegidas por los padres
para poder acceder luego al segundo Ciclo de Infantil-- como de
Bachillerato. “Recortan por arriba y recortan por abajo para manipular
la libertad de los padres”, ha denunciado.
Gascó
ha afeado las razones que dio la vicepresidenta del Consell para
“justificar los recortes en la enseñanza” como la racionalización del
gasto “¿Cómo pueden cerrar aulas cuando están destinando 384 millones a
chiringuitos? O ¿Cuándo reciben del Gobierno de España más de 400
millones para Educación?” se ha preguntado. “No se puede racionalizar
el gasto con la libertad de las familias”, ha criticado al tiempo que
ha sugerido a Puig y Oltra que “racionalicen recortando gasto en
publicidad para medios catalanistas o para medios relacionados con el
Presidente de la Generalitat”.
A
la hora de “recortar el sistema educativo valenciano” deberían de tener
en cuenta qué es lo que quiere la sociedad y la demanda de las familias
que es “la hoja de ruta que debe marcar la concesión de nuevos
conciertos”. Se trata de “una variable que Oltra ha marginado, un
derecho que está blindado en la Constitución”.
Las
razones de Oltra y Marzà “no se sostienen por nigun lado” porque “los
centros no pierden el concierto, ellos se lo quitan” y que “Oltra
intente tecnificar una decisión ideológica y sectaria es el colmo del
eufemismo”.
Tampoco
es creíble que la eliminación de las unidades se deba al descenso de la
natalidad, porque “los nacimientos no son selectivos, es decir, afectan
a todos los centros, y, si es así, ¿porque este criterio solo es
aplicable a la escuela concertada y no a la pública?”.
Semana horribilis
Para Gascó, “hemos vivido una semana horribilis,
llena de pinchazos y errores” que han provocado numerosas incidencias
en la escolarización de los niños valencianos. “Había centros que no
podían formalizar las matrículas, otros que no podían tener acceso a
las vacantes que se ofertaban, otros que no podían entrar y cientos de
opositores que no se podían presentar porque no aparecían en las
listas. Hemos vivido un caos sin precedentes”.
En
este sentido, ha lamentado que en el proceso de escolarización que ha
abierto la conselleria “el programa lingüistico que sale por defecto es
el de valenciano” lo que demuestra los “intereses de la conselleria por
intentar condicionar la escolarización de los menores en la Comunitat”
cuando lo lógico es que los padres eligan la opción sin “insinuaciones,
condicionantes ni sugerencias añadidas”.
Oltra
solo ha podido sacar pecho con las medidas que “llevan la firma del
Gobierno central gracias a los 400 millones que han tenido que enviar a
la Comunitat Valenciana” todo lo demás, lo que toca Marzà “es un
desastre”.
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