Pedro Cuesta. EPDA No quiero perder el tiempo escribiendo acerca de los disturbios en Cataluña causados por esos “pacíficos manifestantes”, ni de esos políticos delincuentes encarcelados, ni de ese Presidente en “funciones” que no asume sus “funciones”, quiero hablar de lo que pasará en nuestra Comunidad Valenciana en menos tiempo del que pensamos si no reaccionamos a tiempo.
Quiero referirme al riesgo inminente de que se reproduzcan en la Comunidad Valenciana los mismos hechos que estamos viendo y que nos parecen tan lejanos.
Si ustedes se fijan, en Cataluña todo comenzó de la misma forma que aquí. Se comienza aleccionando a nuestros hij@s desde que van a la escuela como por ejemplo a través de las famosas “trobades” organizadas por entidades catalanistas y pro-independentistas subvencionas con dinero público, donde a través de un día lúdico y familiar, se va consiguiendo que el niñ@ e incluso sus padres, acepten como normal, ver trapos con una estrellita y camisetas siempre con algo que contenga un mensaje político ya interesado.
Se continúa creándoles una falsa visión de la historia hasta conseguir que renuncien a sus raíces, convenciéndoles de la existencia de un paraíso ficticio llamado países catalanes y de que todos hablamos catalán, haciéndoles odiar todo lo que suene o signifique España.
En la etapa final de este paciente pero estudiado proceso, tenemos jóvenes ya aleccionados en una falsedad, sumisos a la ideología independentista pro-catalanista que desde pequeñ@s les han inoculado y dispuestos a convencer por la fuerza, si fuera necesario, a todos los que no acepten su “credo”.
Por supuesto que de cara a tod@s siempre harán creer que ell@s son las pobres víctimas de un “Estado Opresor” como ellos lo definen y llenándose la boca de la palabra Democracia y de “derecho a decidir”, eso sí, sin permitir que otra persona que no piense igual no tenga derecho ni a esa Democracia ni tenga “derecho a decidir”, porque la meta final que estos personajes quieren conseguir nada más y nada menos, es el “pensamiento único”.
En la Comunidad Valencia tenemos un claro ejemplo de un partido radical en sus planteamientos (quiere la Independencia y que seamos súbitos de Cataluña), falso desde sus raíces porque si dijera la verdad nadie les votaría (oculta, tras la denominación “Valencianista” un partido catalanista-independentista) y totalitario en sus forma de gobernar (solo impone su ideología sin ese diálogo que tanto pregonan). Ese partido se llama Compromís y supone un grave riesgo para el futuro de nuestra Comunidad. Solo hay que ver como sus dirigentes que ocuparon sus cargos “prometiendo cumplir y hacer cumplir la Constitución”, salen en tromba defendiendo a los delincuentes políticos presos que se saltaron la Constitución y a todos esos cobardes que llenos de odio y violencia, atacan en Cataluña a todo aquel que no piensa como ellos.
De ti, de mi, de nosotros depende, que en la Comunidad Valenciana esto jamás llegue a producirse, pero no podemos perder ya ni un minuto.
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