Somos los últimos
de la fila. Bottom of Form
2El clamor
que recorre la Comunitat Valenciana reivindicando un nuevo sistema de
financiación autonómica y la corrección de un tratamiento para con nuestra
tierra injusto e insolidario, parece que ya toca ser atendido por el gobierno
central. Los oidos sordos se han instalado en Madrid ante la acuciante
reclamación valenciana. Y el President Puig hoy a conseguido la foto de la unidad de todo el arco político valenciano para aunar esfuerzos y conjurarse por una financiación justa.
Nuestra tierra recibió 8.276
millones de euros en 2014 procedentes del Estado para poder financiar los
servicios públicos. La cifra para ese ejercicio, que rebaja en 305
millones los datos anteriores (el Gobierno transfirió 8.581 millones de euros
en 2013) sigue dejando a la valenciana como la autonomía que menos dinero recibirá del
Estado por habitante. Ya se
denunció que la Comunitat Valenciana se situó a la cola en financiación per
cápita en 2015. En concreto, recibimos poco más de 1.615 euros por habitante,
muy por debajo de los más de 2.015 que recibirá Catalunya o los 1.720 euros de
Madrid. La media española, según los datos de la Generalitat Valenciana,
alcanzó en 2015 los 1.914 euros por habitante, por lo que cada
valenciano se queda casi trescientos euros por debajo. Y de nuevo los datos contrastan con
las cantidades que perciben otras comunidades, muy por encima de la media
estatal. Es el caso de Cantabria, La Rioja o Extremadura, cuyos habitantes
reciben casi 1.000 euros más que la media del resto de regiones. En el caso de
Cantabria cada ciudadano de esa región recibirá 2.540 euros del sistema de
financiación. Casi 927 euros más que un valenciano...
El actual modelo de financiación
agotó su vida útil en enero de 2014, cuando debía haber entrado en vigor el
nuevo modelo en el que se actualicen los indicadores que determinan el importe
que recibe cada territorio. Pero con el argumento de la acuciante crisis económica que sufría el país, se pospuso tratar tan espinoso tema. Una tardanza que igual se agrava con la complicada aritmética parlamentaria actual y el callejón sin salida de la conformación del nuevo gobierno. Nos plantamos en 2017 si nadie lo remedia.
Tres años de retraso respecto una acuciante realidad, nuestra deuda histórica. Una deuda cifrada en
13.500 millones de euros. Este déficit acumulado de la financiación valenciana
concita la unidad de todos los expertos, partidos políticos y sociedad civil.
Un ejemplo de ello son las declaraciones de Vicent Soler, conseller de Hacienda de la Generalitat Valenciana, "desde el principio de los tiempos, y digo desde
antes de la autonomía, la Comunitat Valenciana ha estado infrafinanciada. La
responsabilidad política está en que, sabiendo que había menos financiación, se
ha actuado con tanta frivolidad inversora. También por no reclamarlo. Eso
significa que lo vamos a tener peor si no se habla de la financiación y de la
deuda histórica".
El
complejo juego de equilibrios que parió en la transición el Estado Autonómico
perjudicó gravemente a los valencianos. Faltos de visibilidad colectiva y capacidad
de influencia, sufrimos las consecuencias de una concepción insolidaria en
donde la financiación igual por habitante, quedó como mero principio abstracto.
La Generalitat recibió las competencias de proveer la sanidad y la educación,
pero los recursos para hacerlo en igualdad de condiciones, de calidad y
eficiencia, fueron bastante inferiores respecto a la mayoría de las restantes
autonomías. En las sucesivas revisiones del modelo de financiación ningún
gobierno de Madrid, garante en teoría de los intereses generales, aceptó
aprobar una vía clara y contundente de igualación de la Comunitat Valenciana.
El Informe del
Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE) dirigido por el
catedrático Francisco Pérez demuestra de una manera incontestable que los
valencianos venimos siendo discriminados de forma sistemática por los gobiernos
españoles, independientemente de cuál sea su color político. Somos un
contribuyente neto al Estado, los únicos junto a Madrid, Catalunya y Balears.
Es decir, el Estado recauda más dinero por ciudadano aquí que lo que luego
revierte para financiarnos. No parece lógico… Si nuestra renta es inferior a la
media nacional, lo razonable sería que los que están por debajo de la media
recibieran más para ayudarles a alcanzar esa media. En ese aspecto, somos la
comunidad peor financiada de España… El tridente que nos sacude es demoledor: renta per cápita 12% inferior
a la media española, balanza fiscal negativa y financiación autonómica injusta.
La trilogia sanadora para la CV: liquidez urgente mediante el FLA, quita de la
deuda histórica arrastrada y nuevo sistema de financiación justo para nuestra
tierra. La opinión pública ha de saber que es la única comunidad que combina
una balanza fiscal negativa y una renta inferior a la media. Parece llegada la
hora de que los valencianos alcancen consensos básicos sobre una hoja de ruta
que ponga fin a esta trayectoria lamentable...
Comparte la noticia
Categorías de la noticia