El Consejo de Enfermería de la Comunidad Valenciana
(CECOVA), junto al resto de la Organización Colegial Autonómica integrada
también por los colegios de Enfermería de Alicante, Castellón y Valencia,
quiere expresar su más rotundo rechazo a la gestión que está desarrollando la
Conselleria de Sanidad Universal y Salud Pública de la actual crisis sanitaria.
Una mala gestión que parte desde antes incluso de la declaración del estado de
alarma al no haber sabido anticiparse a los acontecimientos, que siguió durante
los primeros días y que ha continuado ya metidos de lleno en esta crisis a
pesar de prometernos y garantizarnos toda clase de medidas en una reunión que
se mantuvo días atrás con representantes de dicha Conselleria.
Una reunión que tuvo lugar el día después de las
intolerables declaraciones de la consellera Ana Barceló en el sentido de que los
profesionales sanitarios se han contagiado por hacer viajes o ver a familiares
y que fue aprovechada por Sanidad para querer dar la imagen de que se estaba
junto a los profesionales sanitarios, cuando la realidad es que lo que se hizo
fue engañarnos con falsas promesas y aprovechar la foto de la reunión con fines
propagandísticos para tratar de paliar la mala imagen de las declaraciones de
la consellera.
Desde el CECOVA denunciamos que seguimos recibiendo una
gran cantidad de testimonios denunciando la falta de materiales de protección
para los sanitarios, lo que ha llevado a los de la Comunidad Valenciana a
superar la media nacional de contagios entre este colectivo, situada en el 14%,
rondando los 1.300.
Desconocemos a dónde va a parar el material que con tanta
pompa se está vendiendo que llega en aviones a la Comunidad Valenciana, cuando
vemos día tras día que es una misión casi imposible conseguirlo tanto en los
centros hospitalarios como por parte de las enfermeras de Primaria que deben
atender los avisos a domicilio. Y para colmo, han tratado de que los sanitarios
contagiados se incorporen a trabajar de nuevo antes del tiempo establecido por
la cuarentena.
A ello se une la necesidad inaplazable de test de
detección del coronavirus para los profesionales sanitarios.
Y si grave es esto, lo es también el hecho de que no se
estén canalizando adecuadamente las donaciones de empresas y particulares e
incluso que, como también hemos denunciado, se reparta material en mal estado
entre las enfermeras.
Una descoordinación que se aprecia también en la
confección de protocolos, en su comunicación y en la creación de una red de
información eficaz y eficiente. En resumen, todo un cúmulo de circunstancias
que lamentablemente hacen que tengamos que calificar como nefasta la gestión de
esta situación y que supone una falta de respeto y de consideración hacia la
vida y seguridad tanto de los profesionales sanitarios como de los pacientes.
Esto no se soluciona con las palabras buenistas de la consellera en sus ruedas
de prensa diarias, sino con hechos concretos, reales y con datos transparentes.
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