Pedro Adalid.
En estos momentos de pandemia,
el hogar se ha convertido en la nueva escuela.
Los padres deben seguir las
orientaciones del equipo docente para poder crear unas condiciones óptimas de
aprendizaje que puedan ser significativas
y efectivas durante este periodo tan excepcional.
Para afrontar este proceso se requiere de
paciencia, ingenio, tenacidad, y de la aplicación de algunos principios básicos
que se indican a continuación:
1.- La creación de un espacio flexible de aprendizaje
donde los estudiantes puedan crear espacios que favorezcan su aprendizaje.
2.- Permitir frecuentes descansos cerebrales, tanto para los padres
como para los estudiantes, ya que un horario de actividades rígido y consecutivo
es abrumador.
3.- Adaptación de los horarios
al estudiante con el objetivo de encontrar un ritmo personalizado que les funcione para satisfacer sus diversas
necesidades, evitando los horarios rígidos y estáticos, que puedan producir
cansancio y ser desalentadores.
4.- Promover el aprendizaje consolidado. El aprendizaje efectivo
requiere que los estudiantes obtengan la información y luego puedan darle un
nuevo significado, logrando así consolidar su aprendizaje.
5.- Incorporación del juego. No
olvide la importancia del juego dentro
del trabajo académico, lo cual puede hacer el proceso de enseñanza aprendizaje más placentero y favorecer en el niño la
memoria, la atención, el estado de ánimo y la función cognitiva.
6.- Comprender los intereses del niño. Teniendo en cuenta sus gustos,
elecciones y curiosidades podrá estimular y favorecer más su aprendizaje.
7.- Reducir las diversas
distracciones. Evitando el desorden y
distracciones, es posible aumentar
los niveles de concentración de los estudiantes en sus actividades
académicas.
8.- Practicar el esparcimiento de materiales educativos en casa. Esta estrategia consiste en esparcir
o colocar cosas (diccionarios, colores, juegos de geometría, entre otros) en
diversos lugares de la casa, para llamar la atención de sus hijos.
9.- Llenar la casa de libros. Es
muy importante cultivar el amor por la
lectura. Tenga en cuenta que un lector
crítico se convierte en un estudiante fortalecido.
Si miras con
objetividad, fuera del contexto de la pandemia, desde el primer momento en que se
tienen los hijos, los padres realizan el papel de maestros, enseñándoles el
lenguaje, la comunicación, ciertos comportamientos, destrezas, habilidades, y
facilitando inadvertidamente las condiciones para su aprendizaje.
En muchos
lugares del mundo, la cuarentena continuará por más tiempo, y junto a ella, la educación
en el hogar, por lo que ya no podrá verse el hogar como un lugar desvinculado
del proceso enseñanza aprendizaje de los estudiantes, sino como un complemento del aprendizaje que se
logra en la escuela.
Quizá sea el
momento en el que la relación familia –
escuela tenga un sentido real puesto
que no puede darse una educación efectiva si ambos no caminan de la mano. En
este entorno actual la escuela debe
valorar la implicación de las familias al igual que las familias deben
valorar el trabajo de la escuela en la educación de su hijos/as.
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