Indagando en el origen de este término hoy despectivo, cuñado, simplemente cuñado, fue seguramente por aquello de la corrección polÃtica, que ha venido a sustituir a la estrella de los términos familares despectivos, que sin duda era hasta no hace demasiado el de la sempiterna y muy sufrida suegra.
Santa mujer objeto de los más injustos, ofensivos y reiterativos chistes malos, mayormente en aquellas grasientas casetes de los ochenta. Pues por aquellos entonces la madre de nuestra esposa cargaba, y seguramente sin merecerlo, con la losa o sambenito de todos los defectos habidos y por haber: la fealdad extrema de cuerpo y alma, la gravidez desmedida, el autoritarismo, la lengua bÃfida, la temeraria ignorancia. Etc...
Cuestiones o cruces en que le ha sucedido este nuevo especimen del cuñado, sin comerlo ni beberlo, pues de ser un sujeto casi anónimo en el imaginario familiar, que pasaba prácticamente desapercibido, desde unos lustros para acá sin embargo, ocupa este dudoso trono que antaño gozaba en solitario la santa madre de nuestras santas.
Asà en cualquier red social, en cualquier sesudo artÃculo de hogaño, se nos advierte agriamente y con la misma reiteración y soledad pero esta vez contra las muy sospechosas opiniones de nuestros benditos cuñados. Como antaño se nos alertaba contra aquellas aviesas ideas y nefandas intenciones de la sin embargo tan amada mamá polÃtica. Como si las muy benditas y por arte de magia, se nos hubieran definitivamente esfumado.
Siendo hoy pues que es el "cuñao" ese ser tan despreciable y ridÃculo; eso sà con la singular y patética caracterÃstica de ser el único del clan que se atreve a poner en duda las cambiantes verdades de la fe gubernativas y sobre cualquier materia: ya sea la temperatura ambiente, el 23-F, el atentado de Trump, o el fraude anual del
sorteo del Gordo... por poner unos meros ejemplos.
Griten conmigo pues: Muerta la suegra...Viva el cuñado...!!!
Y FELIZ 2025!!!