Sólo un 50% de los hombres
que sufre agrandamiento prostático (Hiperplasia Benigna de Próstata, HBP)
consulta al especialista y de éstos, un 30% evitará tratarse. Y ello a pesar de
que se trata de una patología que produce problemas en el sistema urinario y
molestias de micción, “alterando notablemente la calidad de vida del que la
padece”, explica el doctor Esteban, radiólogo intervenciosita del Hospital de
Manises y experto en embolización. El miedo a los fármacos y la cirugía y sus
efectos secundarios, entre ellos disfunción sexual, están detrás de este
rechazo al tratamiento. “Tanto las técnicas quirúrgicas mínimamente invasivas
como la cirugía abierta en los casos de próstatas grandes, pueden tener
complicaciones posteriores como alteración en la función sexual o incontinencia
urinaria precoz”, asegura el experto.
Nueva técnica para la HBP
Para combatir este
problema, el Hospital de Manises ha puesto en marcha una nueva técnica que,
mediante embolización, permite resolver el problema de una forma no invasiva, baja
incidencia de efectos secundarios y
eficaz en más del 90% de los casos. “En este procedimiento el especialista,
empleando anestesia local, introduce un catéter muy fino a través de la arteria
de la ingle hasta las arterias que llevan la sangre a la próstata. Este catéter
lanza unas finas partículas que ejercen de tapón, reduciendo el riego y por
tanto el tamaño de la próstata, lo que mejora los síntomas de obstrucción
urinaria pero el tejido de la vejiga y de la uretra no se ve
afectado”, detalla el
doctor Enrique Esteban. La embolización de la arteria prostática (EAP) la
realizan radiólogos intervencionistas del centro hospitalario que colaboran con
el Servicio de Urología para evaluar a los candidatos para este procedimiento.
El Hospital de Manises es
el primer centro de la Comunitat que importa esta nueva técnica quirúrgica que
se realiza en la sala de Radiología Intervencionista del centro de forma
ambulatoria, sin ingreso o con ingreso de un día. “Esta es la principal ventaja
de la embolización prostática, sólo se realiza una pequeña incisión en la ingle
de 2 mm y la mayoría de pacientes presentan unas molestias mínimas o nulas, y
el alta hospitalaria es de 24 horas tras la intervención”, añade el
especialista de Manises.
Mejora la vida sexual
Otra de las ventajas más
importantes de la nueva técnica puesta en marcha en Manises es que no produce
disfunción sexual tras la intervención, lo que si puede ocurrir hasta en un 50%
de los pacientes tratados con cirugías
tradicionales. “De hecho, una cuarta parte de los pacientes intervenidos por
esta técnica experimenta mejoría en su función sexual tras el procedimiento”,
añade Esteban.
También es una opción
interesante para pacientes de mayor edad, en los que la pérdida de sangre
durante la intervención no es aconsejable. “No hay pérdida de sangre ni
necesidad de transfusiones”, apunta el radiólogo.
Sobre la HBP
La hiperplasia prostática benigna (HPB) es la neoplasia benigna más frecuente
entre los hombres, ya que más del 50 %
de los hombres de entre 60 y 69 años la sufren y hasta el 90 % de los que
tienen entre 70 y 79 años presentan algunos síntomas. Cuando el tamaño de la
próstata aumenta, la capa de tejido que la rodea impide que se dilate, haciendo
que la glándula oprima la uretra y generando problemas y molestias.
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